La princesa Diana de Gales destacó dentro del rígido protocolo de la monarquía británica, gracias a su carisma, simpatía y naturalidad, características que la hicieron acreedora del apelativo La princesa del pueblo. Logró una gran empatía y conexión no sólo con los ingleses, sino con personas de todo el mundo.
Este 1 de julio habría cumplido 61 años y tras casi 25 años de haber fallecido (31 de agosto), su figura sigue siendo recordada convirtiéndose en un icono mundial.
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“Sí creo que sea un icono de la realeza, de la cultura popular y de las celebridades, su carisma, el ángel que tenía y la fama desmesurada que supo manejar muy bien a pesar de su corta edad, la convierten en una celebridad de la década de los 90, (término que a la reina Isabel II y a la familia británica no les gusta escuchar)”, contó la experta en realeza Gabriella Morales-Casas a Círculos.
Diana Spencer nació en Sandringham, Reino Unido en 1961, en el seno de una familia que estaba ligada a los Windsor. Fue hija del octavo conde de Althorp, Edward John Spencer. Creció junto a sus dos hermanas, Sarah y Jane, y su hermano menor, Carlos.
Su infancia fue complicada debido al divorcio de sus padres, lo que la marcó de por vida, forjando un carácter inestable. Después de pasar por varios internados femeninos, abandonó sus estudios a los 16 años e ingresó a una escuela de etiqueta en Suiza.
Su vida cambió por completo cuando se casó a los 20 años con el príncipe Carlos de Gales de 32 años, desde entonces su nombre acaparó los tabloides internacionales, ganando gran popularidad. Murió de 36 años.
Contrajo matrimonio con el príncipe Carlos el 29 de julio de 1981. Fue una de las bodas reales más vistas en todo el mundo, alrededor de 750 millones de personas vieron entrar a la princesa a la catedral de San Pablo con un espectacular vestido que tenía una cola de siete metros y medio.
En 1982 debutó como mamá, con el nacimiento de su primogénito el príncipe William y dos años más tarde, nace el príncipe Harry. Fue una mamá ejemplar, siempre protectora y al pendiente de la educación y bienestar de sus hijos.
Como parte de sus labores, un miembro de la familia real, debe de involucrarse con proyectos de filantropía y causas sociales, tema que la princesa llevó a otro nivel. Fue la primera figura mundial en estar en contacto cercano con personas infectadas de VIH. Se hicieron públicas algunas imágenes donde fue captada estrechando sus manos con algunos de ellos.
“Enseñó que la realeza puede ser humana más allá del deber”, añadió Morales-Casas.
Durante su matrimonio que duró 15 años, atravesó fuertes y esporádicos episodios de depresión, que la condujeron a caer en la bulimia, una de sus más grandes luchas.
La popularidad de Lady Di subió como la espuma, se convirtió en la mujer más fotografiada, además de que su círculo social eran las celebridades más famosas y codiciadas, como Elton John, Michael Jackson, Tom Cruse, Tom Hanks, Jonh Travolta, pasando por aclamados diseñadores como Gianni Versace.
Diana se convirtió en un icono de estilo. Vestía de la firma de su amigo italiano Gianni Versace y de la diseñadora británica Catherine Walker. Sus looks eran muy comentados, ya que desafiaba los protocolos de vestimenta de la casa real.
Sara Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, su cuñado, fue una de sus más grandes amigas y aliadas dentro de la familia real, pero tuvieron un enfrentamiento y llevaban años sin hablarse. Cuando Lady Di falleció, Ferguson declaró “la amaba con el alma”.
Tras su separación con el príncipe Carlos, Diana realizó diversos trabajos humanitarios, “Sabía manipular a los medios, incluso ella era amiga de unos cuantos reporteros de los tabloides británicos y lo supo hacer bien, al grado que a todos lados la seguían”, dijo la experta.
Su imagen se convirtió en protagonista de todo tipo de producciones, desde musicales como Diana: a true musical story, hasta documentales.
Tras su polémico matrimonio, Lady Di tuvo una segunda oportunidad en el amor, al lado del multimillonario árabe Dodi Al-Fayed.
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Se conocieron gracias a los padres de Dodi, quienes invitaron a Diana y a sus hijos William y Harry, a su villa en Les Parc de Saint Tropez, donde surgió el flechazo a primera vista.
Luego de conocerse, fueron captados durante viajes a la playa, saliendo a caminar o mientras cenaban juntos.
Ambos fallecieron el 31 de agosto de 1997 en el Túnel de I’Alma en París, a causa de un accidente automovilístico.
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