A tan solo media hora de Chihuahua nos encontramos con una construcción que se remonta a la época de la Revolución Mexicana, en una antigua zona minera. La iglesia de Santo Domingo se localiza en lo más alto de un cerro en la población de Santa Eulalia, cabecera municipal de Aquiles Serdán.
En su tiempo, la iglesia recibió a los pobladores del lugar y actualmente está en abandono, convirtiéndose en un atractivo paranormal para los exploradores, pues según su misteriosa historia, quedó marcada por la ejecución de exorcismos, según las versiones de los habitantes.
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Historia y leyenda de la iglesia
La iglesia fue construida el 3 de mayo de 1812 por la empresa minera Minieng Company junto con una escuela. La estructura tiene claros rasgos de la orden franciscana, quienes llegaron a colonizar desde la segunda mitad del siglo XVI al estado, además de Durango y Sonora.
Las personas que viven en el poblado y algunos visitantes, cuentan la leyenda de que después de medianoche, se aparece un monje caído en desgracia, deambulando por los oscuros corredores y lóbregos salones de la que antes fue la iglesia; en penitencia de alguna falta que en vida cometió contra los sagrados votos. Quienes lo han visto, describen al monje como un espectro cubierto con un hábito negro y con la mirada fija al infinito.
En 2017, el templo fue incendiado de manera intencional, por lo que se deterioró aún más, quedando casi en ruinas, ya fue imposible que las unidades de bomberos combatieran el siniestro, debido a que está ubicado en un cerro.
La escalera que mide tus pecados
Para entrar a este templo, hay que subir una larga escalera de cemento, la cual tiene aproximadamente 155 escalones, siendo todo un reto para los visitantes. A pesar de que fue una construcción religiosa, los turistas llegan a escuchar o ver cosas paranormales, pues los pobladores cuentan que el templo ha sido utilizado para realizar posesiones o exorcismos.
La iglesia, también conocida como Iglesia de Santo Domingo o “Iglesia Maldita”, fue construida en la cima de un acantilado, a petición de un sacerdote, con el objetivo de que los pobladores que quisieran casarse, deberían subir la extensa escalera cargando a la novia, y si lo lograban, podrían casarse, pues esto significaba que los jóvenes mineros tenían un buen estado de salud y las novias no enviudarían jóvenes.
La leyenda actual es sobre la larga escalera, pues se cuenta que, si visitas el lugar y se te dificulta subir los 155 escalones, es por lo pesado de los pecados que cargas contigo. Otras versiones dicen que, en la madrugada, un monje se aparece en el templo e invita a quienes pasan por ahí sí han pecado gravemente.