Memorias de Chihuahua
Una de las tantas joyas que alberga la antigua casa de Pedro Alvarado y Virginia Griensen, son los murales realizados por el pintor y escultor Antonio Decanini Galli, quien al momento de ser contratado contaba con veinticuatro años de edad.
El pintor proveniente de Italia, realizó estudios de pintura en el Istituto de belle arti di Firenze (Florencia) y estudios de escultura en la Accademia Reale di pittura e di scultura de Milano (Milán). Llegó a Parral en 1903 en compañía de su padre Dionisio y sus hermanos Paolino y Guiseppina, luego en 1906 contrajo matrimonio con María Tornesi con quien tuvo doce hijos.
Suman veintitrés los murales que Antonio Decanini plasmo en los muros del Palacio Alvarado; diecinueve en los corredores, uno en el recibidor y tres en el oratorio. La mayoría de ellos ilustrando paisajes, los cuales se piensa que están inspirados en estampas de la época ya que no es posible identificar paisajes semejantes a los de la región, en dichas composiciones se observan también algunas embarcaciones pequeñas, así como escasas y lejanas figuras humanas; uno de las pinturas recrea el interior de la catedral de México, cuando aun conservaba su altar mayor.
Las valiosas obras de Antonio Decanini se conservan a pesar de haber pasado más de cien años de su realización, siguen sumando belleza al magnifico inmueble que las resguarda.
No se sabe si fue contratado por separado o por recomendaciones del arquitecto responsable de la obra, Federico Amérigo Rouvier; pero a pesar de la diferencia de edades debe haber surgido una fuerte amistad cuando trabajaron juntos. Uno de los nietos de Decanini lleva el nombre de Federico Gabriel en honor del arquitecto mencionado: Federico Gabriel Lucio Decanini.
A finales de 1906, Antonio Decanini y su esposa cambiaron su residencia a Monterrey donde continuo su labor y trayectoria como artista, fundó el Centro Cultural y de Artes Plásticas. Fue maestro, de dibujo y escultura, del Colegio Civil y de otros planteles en Monterrey.
Muchas de sus obras son de arte funerario que adornan los panteones del Carmen y Dolores. También un ángel localizado en el cruce de calzada Madero y Diego de Montemayor y los arcos de entrada de la Alameda en Monterrey. También en conjunto con su hermano Paolino se dedicó a la construcción. En colecciones particulares subsisten varias de sus pinturas, la mayoría óleos.
Antonio Decanini falleció en Monterrey el 1 de noviembre de 1948, a la edad de setenta años.
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