El mundo es de los que se atreven, de los aventados, de ello está convencido Carlos Alberto Velázquez, quien lejos de lamentar su ceguera metido en su habitación ha cimentado una exitosa carrera operística, más allá de las fronteras.

“Yo podría quedarme en mi casa, todos hemos pasado crisis depresivas en las que no quieres salir, pero te das cuenta que cuando más haces cosas, o cuando las cosas te llegan… (…) Es como cuando dices que no encuentras trabajo, el trabajo no te va a llegar del cielo, tienes que ir a buscarlo, salir a enfrentar al mundo; en lugar de pasarte la vida diciendo qué triste, qué miserable soy, por qué no tratar de cambiarla, la gente no te la va a cambiar, tú tienes que intentar algo diferente para que tu entorno empiece a moverse”, señaló el joven tenor.

Para él, los obstáculos están en la mente y, en su caso, podría ser que un director de escena o de orquesta se preguntara cómo hacer ópera con alguien que no ve.

“Tienes que moverte en el escenario, estar pendiente del director, etcétera, se podría pensar que es un obstáculo infranqueable. Pero si tú le demuestras que no tienes miedo, que tienes la fuerza y el valor para hacerlo, el obstáculo se va”, advirtió.

Tampoco concuerda con que es la sociedad la que los frena, “te puede decir no hagas esto, pero si tú quieres, lo vas a hacer. Sé que sonará a cliché, pero el mayor obstáculo es uno mismo, desde chico siempre he querido hacer ópera y poco a poco lo estoy logrando. Cuando voy audicionar, lo primero que se fija un director es que estoy ciego, y es normal, es algo que siempre voy a llevar. Pero eso también me ayuda para tener más determinación en lo que voy a hacer”, señaló.

Aunque a veces se ha preguntado cómo sería poder ver, Carlos lo hace a través de la música, “la ceguera ha sido una compañera, por eso me rio, porque he aprendido muchas cosas. Cuando digo: ahí nos vemos, me puse lentes, otro punto de vista, los visionarios, es porque la ceguera es parte de mí, no es una condición que tengo y pobrecito. No, mi ceguera siempre me va a acompañar y a pesar de eso tengo que tener una vida profesional activa y me gusta”.

De igual modo piensa que es una terapia para que la gente vea que todo se puede, “a veces las personas discapacitadas son muy hurañas, muy cerradas. Yo no, creo que también hay que trabajar con nosotros. No se trata de poner la mano y exigir comida, sino de pedir una oportunidad y que vean que puedo luchar por ella. Antes de pedir a la gente que sea consciente, los primeros que tenemos que integrarnos a este mundo y hacer conciencia somos los discapacitados”, sentenció.

En su anterior concierto, Carlos Alberto grabó un disco en vivo, con el cual está trabajando para que salga este año. Por lo pronto unirá su voz a la del también joven barítono Daniel Gallegos, en “Dos chihuahuenses de cuidado”, con la batuta del maestro Raúl García Velázquez y grandes sorpresas musicales, el próximo 1 de septiembre a las 18:00 horas en el Teatro de los Héroes.

“Chihuahua necesita conocer a talentos como Daniel, es un orgullo y un gran amigo, y qué mejor que compartir con él, que también es de aquí, el apoyo que siempre me ha dado el público. Acompáñenos en este concierto que estamos haciendo con mucho amor y esfuerzo”, invitó.