El cronista de la ciudad de Chihuahua, Rubén Beltrán Acosta, celebró la intervención que realiza el Gobierno Municipal en las calles y plazas de Chihuahua Capital, para dejar un legado enriquecido del corazón de la urbe, que este 12 de octubre llega a su 314 aniversario.
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“Las acciones que se han realizado en favor del rescate del Centro Histórico, como es, por ejemplo, la remodelación que se está haciendo en una de nuestras vialidades emblemáticas, la calle Juárez, que incluye la remodelación de dos de nuestras plazas primitivas, que nacieron con nuestra ciudad, la San Francisco y la Merino; así como la peatonalización de la calle Libertad, entre las calles Ocampo y Cuarta, junto con otros muy importantes proyectos, que invitarán a nuestras familias, a nosotros y a los turistas, a visitar el espacio de monumentos que son el corazón de Chihuahua, y protegerán a nuestra ciudad, de la depredación causada por la injuria del tiempo y por los intereses creados”, destacó el cronista.
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El profundo amor que expresa el profesor Rubén Beltrán por Chihuahua, fue plasmado al exhortar que no se olvide que el Centro Histórico es un legado recibido de los antepasados, y que debe considerarse como una joya que se debe entregar enriquecida a las generaciones futuras, y dijo que por ello es muy edificante que la actual administración lo convierta en un recurso fundamental para el desarrollo de la economía y para el desarrollo social de la comunidad.
En ese sentido, el profesor Beltrán Acosta, en su mensaje, mencionó la votación para lograr la fundación de lo que en 1709 fue llamado el Real de San Francisco de Cuéllar, y que posteriormente se elevó a la categoría de Villa de San Felipe del Real Chihuahua.
Explicó que luego, en el año de 1718, al crearse la Villa de San Felipe El Real, se tuvo el derecho, en el norte, de tener ayuntamientos, y es en 1719 cuando surge nuestro primer Ayuntamiento, con el alcalde Mayor, y el alcalde de primer y segundo voto, seis regidores y un síndico procurador.
“Don José Fuentes Mares alegaba, en su elegancia literaria, que nuestra ciudad había sido fundada por hombres que buscaban minas, y que por ello, nos había quedado a los chihuahuenses el rostro de minero, y su actitud recia frente a la vida, y José López Bermúdez, aseguró en su lenguaje idílico que Chihuahua era hija de las minas, del azar y del sufrimiento; hija de la rudeza y del carácter, hija de la llanura, de la pasión del viento y del tierno tesoro de los pastos, que nuestra ciudad nació en la gloria del trabajo y que por ello, su decoro era el fruto del trabajo infinito. Chihuahua, hija limpia, nació en la humildad del agua”, citó a López Bermúdez.
Para finalizar, el cronista de la ciudad de Chihuahua afirmó que admira el propósito manifiesto del Honorable Ayuntamiento, de impulsar una cultura de comunicación, de diálogo y de unidad.
“Ha llegado ya a consolidar, la verdadera gobernabilidad democrática, al saber desde luego, que la paz, no tiene otro camino que el de la participación, el respeto, la negociación, la justicia, la igualdad de oportunidades, para todas y para todos. Felicidades, Chihuahua”, concluyó.
