Desde el anuncio de los eventos que se llevarán a cabo en el Festival Internacional del Estado de Chihuahua (FICh), edición Bicentenario, y el Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua (FICUU), ha causando interés en los chihuahuenses así lo demostraron para la obra “Siete veces adiós”, donde en cuestión de menos de dos horas, indican usuarios en las redes sociales, se agotaron los boletos para las dos funciones.
Asimismo, el Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua dio a conocer a través de su página de Facebook que efectivamente los acceso para disfrutar de esta puesta en escena se terminaron.
Desde temprana hora, aproximadamente a las 6:30 de la mañana, empezó a llegar la gente y hacer fila afuera de las instalaciones del Teatro de la Ciudad para conseguir un par de boletos para disfrutar de la puesta musical “Siete veces adiós”, es de mencionar que las puertas del centro cultural se abrieron a las 9 de la mañana para hacer la entrega de los tickets gratis, dos por persona.
Sin embargo, muchos ciudadanos que también estuvieron haciendo fila por horas no alcanzaron, quienes decepcionados y otros molestos, indicaron que ojalá agreguen otra función más para que más chihuahuenses disfruten de la obra.
“Siete veces adiós” es una obra de teatro que narra la historia de una pareja al borde de la crisis de los siete años. "Ella" y "Él" aprovechan este momento para replantear el rumbo de su relación y su vida; alrededor de ellos, un grupo de artistas crea canciones de amor, desamor y esperanza para acompañar esta y otras historias.
¿El amor es para siempre? ¿Existe el "amor de mi vida"? ¿Cuántos "amor de mi vida" caben en una sola vida? ¿Son un cúmulo de historias en lugar de una sola historia "para toda la vida"?
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Este musical está hecho con el corazón y está escrita desde la esperanza de lo desolador, desde la búsqueda de la bondad en la mentira y la nostalgia como motor para el cambio, un espectáculo atípico que al igual que el amor mismo sólo intenta recordarle al público que están vivos y que amar es un salto al vacío que siempre vale la pena, aunque a veces duele.
Es una válvula de escape para el artista enamorado, un homenaje a cómo el amor ha creado las más bellas canciones y ha acompañado a lo largo de las ilusiones y decepciones, de cada una de las personas mientras intenta hacer una radiografía de las relaciones en el siglo XXI.