Memorias de Chihuahua
Delicias durante la primera mitad de la década de los años 50 se caracterizó por tener llena su cárcel municipal de gente en estado de ebriedad, participante de riñas y alteraciones al orden público; se pensaba que el alcohol era partícipe siempre de todos los desórdenes morales que afectaban a esta población.
El rumbo tomó la joven ciudad de Delicias se inclinó fuertemente a la apertura de cantinas, prostíbulos y lugares donde se vendía el alcohol, entre los cuales estaban las neverías, las loncherías y fondas. Contrarrestar esa tendencia era algo complejo, es por ello que el Ayuntamiento adoptó medidas que buscarían erradicar la predilección que se desarrollaba en la ciudad por abrir espacios catalogados como “inmorales”.
Te puede interesar: Carrera Panamericana "México": La competencia que iba de Chiapas hasta Ciudad Juárez
Fue así que, en la segunda sesión de cabildo del año 1956 y por iniciativa del presidente Luis Lara Castro, se constituyó una nueva normativa que haría por un lado, que cierto sector de la población deliciense estuviera inconforme y por el otro, que un fragmento de la sociedad ese manifestara a favor del reglamento, dicho decreto fue conocido simplemente como prohibición de venta de alcohol en las neverías, loncherías y fondas.
A esta iniciativa se sumaron los regidores con una propuesta que fue la primera del plan de trabajo que se denominó “Plan pro-moralización de Delicias” a la cual se sumaron distintas agrupaciones civiles como Club Rotario, Club Blanco y Negro de Delicias y Club Zelene; dando estas últimas siempre el apoyo a la campaña pro-moralización.
Diferentes cartas y oficios fueron recibidos en la sección de correspondencia del Municipio constantemente haciendo queja de los prostíbulos, cantinas y lugares de mala muerte que afectaban a los vecinos decentes de la ciudad, cartas que datan de los inicios de los años 50 y el alcalde Luis Lara Castro fue el primero en poner cartas en el asunto de manera seria.
La justificación que el Ayuntamiento y parte de la sociedad tenían para apoyar dicha política es que esos establecimientos servían para enmascarar las malas conductas que afectaban a la convivencia social, estos lugares eran comúnmente atendidos por prostitutas y se llenaban de gente que terminaba en estado de ebriedad y, por consiguiente, afectando el orden público y provocando riñas.
El 12 de enero de 1956 se les notificó a las loncherías, neverías y fondas que les quedaba prohibida la comercialización de alcohol en sus establecimientos y que solamente se debían de dedicar a vender lo que les correspondía, es decir: nieves, lonches y comida. De los 25 propietarios aludidos, sólo cinco decidieron no firmar el decreto, resultando en apariencia que los otros 20 sí estaban de acuerdo.
Era evidente que para la economía local, quitar el consumo de cerveza en estos establecimientos iba a generar un impacto negativo, pues cierto sector de la sociedad iba a dejar de consumir en los establecimientos debido a las nuevas políticas. Y no tardaron en llegar a Presidencia Municipal diferentes oficios y peticiones solicitando la revocación de la referida normativa.
El sector que estaba a favor de la campaña por la moralización de Delicias no tardó en hacer presencia y el Club Rotario respaldo las medidas del Alcalde “brindándole un total apoyo para llevar adelante tan noble idea que mucho beneficia la moral de nuestras juventudes”. El Club Blanco y Negro, por su parte declaró: “felicitarlo y brindarle nuestro apoyo, por su atinado acuerdo prohibiendo la venta de cerveza en las neverías”. El Club Zelene asimismo, manifestó todo el apoyo de sus agremiados en la campaña de moralización.
Es importante destacar que en Delicias distintas agrupaciones civiles han tenido un peso enorme, fue así que el Club Internacional 20-30 fundó el primer jardín de niños en la ciudad, Club Rotario se hacía cargo del mantenimiento de algunas obras de infraestructura, la Logia Cosmos ayudó con la gestión de distintos espacios públicos. Tener el apoyo de asociaciones para el alcalde era algo importante, ya que ellos tenían una participación directa en la sociedad.
Te puede interesar: Año 1719: El delito de vivir juntos sin estar casados era penado con multa y destierro
El Ayuntamiento tenía el claro objetivo de cambiar los estándares morales de la población deliciense, sin embargo, un sector de la población no iba a dejar que esto fuera sencillo, existía oposición a esta campaña y los principales detractores eran los padres de familia y dueños de aquellos locales a quienes pertenecían las loncherías, neverías y fondas.
Parte 1/2
Facebook: Archivo Histórico Municipal de Parral