La Quinta Touché es un notable edificio que engalana el centro de Chihuahua capital, se trata una antigua residencia de estilo inglés, construida a principios del siglo XX, que a pesar de su fachada alegre y pintoresca tiene una complicada historia. De la que nos da cuenta el Crónicas Urbanas de Chihuahua de Óscar Viramontes.
Para empezar, la majestuosa quinta fue construida sobre el primer cementerio de la ciudad, el panteón de San Felipe. Ya que en esa época el gobierno decidió fraccionar los terrenos del camposanto, parte del cual fue adquirido por el comerciante de origen árabe, Jacobo Touché.
Touché había llegado a Chihuahua en 1888, es decir, en plena época porfirista, y durante esos años prosperó y tuvo varias empresas, entre las cuales se encontraba una fábrica de calcetines llamada “La Favorita”. El comerciante era viudo y llegó a México con tres hijos, pero se casó con María Lynden, chihuahuense de origen suizo, con la que llegó a tener otros tres hijos.
Así que para albergar a su creciente familia, Touché escogió la zona más elegante de la ciudad, junto al Paseo Porvenir, actual Paseo Bolívar.
De acuerdo al escritor estadounidense John Reed, parte de la prosperidad de Jacobo Touché se debió a las ganancias que obtuvo en la casa de apuestas “El Cosmopolita”. Por lo que esta mansión costó el llanto de muchos jugadores que perdieron su patrimonio, y por un tiempo se le apodó como “La Quinta de las Lágrimas”.
Para construir esta suntuosa residencia Touché buscó al arquitecto inglés George E. King, quien se encontraba en la ciudad construyendo el Teatro de los Héroes por encargo del entonces gobernador de Chihuahua, Miguel Ahumada.
Finalmente, en el año 1904, luego de tres años de construcción, la residencia fue inaugurada. Y la quinta, a la que la familia se mudó de inmediato, fue llamada popularmente “la casa del turco”.
Sin embargo, poco tiempo después inició la Revolución Mexicana, y la casa les fue confiscada por las fuerzas de Francisco Villa, por lo que la familia tuvo que abandonar la ciudad.
Durante la Revolución la Quinta Touché, dejó de ser “la casa del turco”, pero siguió siendo una casa de lágrimas, en el sentido de que fue hospital militar en el que muchos revolucionarios perdieron la vida. Incluyendo el general Toribio Ortega quien murió en 1914 tras haber luchado en la batalla de Zacatecas
Después de la Revolución
Después de los embates de la convulsa Revolución Mexicana, en 1924, la casa fue destruida por un feroz incendio.
Posteriormente, en 1927, los ingenieros Carlos Ochoa, Francisco Terrazas Falomir y Miguel Márquez reconstruyeron la quinta con el uso de la técnica conocida como Bóveda Catalana, por lo que cambió su semblante. Y la familia Touché volvió a establecerse en su antigua residencia.
Sin embargo, esta fue desocupada por ellos en 1975, cuando Jacobo Touché la perdió a causa de su adicción al juego. Por lo que se puede decir que la historia de esta residencia está escrita con lágrimas.
Después, la Quinta Touché pasó a manos del municipio de Chihuahua, y se le considera un atractivo turístico de la ciudad, tanto por su belleza arquitectónica, como por el misticismo de sus historias. En la actualidad alberga el Instituto Municipal de las Mujeres (IMM).