Memorias de Chihuahua
No cabe duda que uno de los peores episodios de la Revolución Mexicana fue precisamente la masacre de los chinos en Torreón, cuando las fuerzas maderistas incitaron a la población al saqueo de sus negocios bajo la acusación de ser aliados de Porfirio Díaz. Fueron más de 300 muertos, todos ellos pertenecientes a la misma comunidad de orientales, los cuales habían llegado atraídos por la bonanza del ferrocarril y el surgimiento de una próspera comarca.
En esta edición de Memoria de Chihuahua abordaremos un suceso casi similar que por fortuna no llegó a la violencia extrema, el caso de los chinos en San Isidro de las Cuevas, hoy Villa Matamoros, que atacados por un grupo de personas armadas y vecinos “pacíficos”, fueron despojados de lo que comerciaban en sus negocios.
Samuel Chiu y Guadalupe Chin, en un ocurso dirigido al cónsul de la Gran China en México, denunciaron este acto, exponiendo que durante la mañana del 22 de abril de 1916 unos sujetos armados arribaron al pueblo y les exigieron que abrieran sus negocios, ellos acataron la orden y una vez dentro, los hombres les robaron la mercancía sin razón alguna.
Señalaron que fueron víctimas de ultrajes e injurias por parte de los pistoleros, pero más aún, también de los vecinos que se amotinaron para sacar provecho de la situación uniéndose al robo de los bienes que comercializaban.
De acuerdo con lo expresado, a Chiu lo despojaron de mil quinientos pesos en mercancías y efectivo, mientras que a Chin de otros quinientos. En suma, dos mil pesos perdidos durante el atraco. El documento que se consulta para este artículo señala que en la misma circunstancia un comerciante de nombre Antonio Boo fue arrebatado de otros dos mil pesos que tenía en su local, sin embargo, no se describe su nacionalidad.
A dos días del atraco, una disposición del general Ernesto García ordenó a todos los vecinos de Las Cuevas devolver lo que habían tomado de los negocios de los chinos y depositarlo en la Presidencia Municipal, pero debido a que dicho militar repentinamente abandonó la plaza, dejando sin efecto el anterior ordenamiento, Chiu y Chin acudieron ante el cónsul de China para solicitar su influencia.
¿Los habrán auxiliado? Muy probablemente no. La situación con el pueblo chino en el norte de México empeoraría con el transcurrir de los años, pues terminada la Revolución en el país algunos estados como Sonora emprenderían campañas en contra de estos extranjeros que de hecho exterminarían su influencia en algunas ciudades de la zona.
El movimiento antichino también llegaría a Chihuahua y bajo antecedentes como este siguió operando, despojando a estas personas de sus bienes, discriminándolas por diferencias culturales e invisibilizándolas. Tal vez por situaciones como ésta no existe en la entidad una comunidad histórica de chinos… ¿O sí la hay?