La muerte es universal, a todos nos llega y en todas las culturas y sociedades del mundo da lugar diferentes rituales e interpretaciones sobre su significado. En México los pueblos originarios son ricos en expresiones culturales originales y diversas sobre el importante tema que es la muerte. Y por supuesto que los rarámuri no son la excepción y sus costumbres sobre la muerte son la ventana a una visión única del universo.
Sobre este tema trata el artículo “Subir al Cielo: Ritual funerario rarámuri”, de los académicos Salvador Sánchez y Efraím Rangel publicado por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, texto en el que exploran las diferentes expresiones y costumbres que este pueblo indígena de Chihuahua tiene alrededor del fenómeno de la muerte.
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Evitar que los muertos regresen
De acuerdo al artículo, en diversas localidades de la Sierra Tarahumara, pueden considerar que los rarámuri no deben llorar a los muertos expresando la pena por el fallecimiento “porque existe la creencia de que si expresan así sus sentimientos por el deceso de un ser querido, el difunto se los puede llevar”.
Sin embargo, lo más común es que esta regla no se cumpla, y las personas lloren libremente por sus seres queridos que fallecieron.
Otra costumbre pero que ya no se practica es la de dejar a los muertos en cuevas. Con la influencia de la cultura occidental, los rarámuri fueron optando por enterrar a sus difuntos en panteones con tumbas o bajo montículos de piedra a los que colocan cruces. Sin embargo, la arqueología que estudia la Sierra Tarahumara da testimonio de numerosos entierros en cuevas. Además de que esta costumbre es rememorada por los rarámuri con frecuencia.
Otra costumbre abandonada por los rarámuri es la de envolver a los difuntos en sudarios. Ya que en la actualidad, las disposiciones sanitarias de los municipios exigen que los cuerpos sean colocados en ataúdes.
Además, el artículo expone la costumbre dar tres vueltas alrededor del templo y de la cruz, cuando se va a realizar la misa de cuerpo presente. Después de esto, de acuerdo al artículo, el ritual para ayudar al muerto a “subir al cielo” lo realiza el owilúame o curandero, quien derrama pinole batido en la fosa y un poco sobre el cuerpo antes de cerrar el ataúd. Además, explican que la cabeza del fallecido es dirigida hacia el oriente, para que sepa en qué dirección tiene que ir.
De manera general, se puede decir que para los rarámuri es muy importante que los muertos abandonen este plano material. Ya que podrían aferrarse a este mundo causando enfermedades y accidentes a los vivos, debido a sus apegos o simplemente estar confundidos sin comprender que ya están muertos.
Así, los rarámuri toman medidas para que los muertos no regresen, y el artículo cuenta que "si tenía la puerta al frente, se tapiaba y se ponía una ventana y entonces la puerta se abría en otro lugar, aunque los más radicales dejaban la casa y hacían otra. Lo anterior se realizaba con la finalidad de que el muerto no reconociera el lugar y, por ende, no pudiera establecer contacto con los familiares, ya que existía el temor de que se los llevara".
Se puede decir que la principal medida para despedir las almas y que no regresen es la ceremonia de Nutema la que concentra muchas de las creencias rarámuri en torno a la muerte.
Nutema, el viaje al Cielo
La Nutema es el ritual rarámuri en la que se busca el ascenso hacia el cielo de las almas de los fallecidos. Con sus variaciones de acuerdo a la región y el pueblo de la Sierra Tarahumara, se puede decir que consta de tres etapas: ofrenda, danza, canto
De acuerdo a Sánchez y Rangel, para realizar la ofrenda "Algunos colocan granos de maíz y frijol principalmente, junto con un puñito o una bolsita de pinole, lo cual tiene como objetivo alimentar al muerto en su travesía". Además de estas ofrendas, también se le puede dar al difunto tesgüino y otros alimentos que le gustaran en vida. También es de mencionar que las ofrendas son compartidas con los asistentes vivos, de manera que la Nutema tiene un carácter festivo.
Vemos que a diferencia, de los rituales de Día de Muertos que realizan los mexicanos mestizos, las ofrendas no se colocan para atraer las almas de los muertos, sino para nutrirlas y permitirles que se vayan al Más Allá.
En la Nutema además se realiza una prolongada danza que puede durar muchas horas. Por ejemplo, el 20 junio del 2023, pobladores de Cerocahui dedicaron una ceremonia a los sacerdotes jesuitas asesinados hacía un año. Y durante esta Nutema danzaron durante más de 12 horas, turnándose entre los miembros de la comunidad.
Otro aspecto de la Nutema o Nutémari, es que se realiza en tres ocasiones si el fallecido es hombre y en cuatro si es mujer. Ya que los rarámuri consideran que los hombres tiene tres almas (arewá) y las mujeres cuatro, pues necesitan energía extra para las labores de la maternidad.
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El alma es como una mariposa
A inicios del siglo XX los exploradores estadounidenses, Bennett y Zingg escribieron: "Para los rarámuri, alma es como una mariposa que se aleja volando en el momento de la muerte, dejando atrás tan sólo el capullo o cáscara. En realidad, al alma le gusta vagar por la noche en los sueños de la gente viva y, a veces, un doctor (owiruáme-curandero) tiene que rogarle pacientemente que regrese, para impedir la muerte de la persona. El difunto no se marcha inmediatamente, sino que ronda por todas partes, recogiendo la sangre y la carne perdidas en las peleas. Su presencia se oye a menudo, durante las largas noches que siguen a su muerte, aunque no se le puede ver. Transcurridos tres días, retorna a su hogar, para proveerse de comida para su largo viaje al mundo de los muertos."
La muerte es sin duda un reto para el ser humano sin importar la cultura en la que haya crecido. Ya sea la preocupación de nuestra propia muerte, o de nuestros seres queridos, pero nos acompañara mientras vivamos. Gran parte del ingenio, la creatividad y el esfuerzo humano están dedicados a retardar la muerte o a reflexionar sobre ella. Y todas las culturas del mundo tienen diferentes visiones sobre ese misterioso camino que todos habremos de seguir finalmente. ¿Tú qué piensas que pasa con nosotros después de esta vida?