Dos ejes han marcado el trabajo del poeta, ensayista, periodista y narrador jalisciense, Ricardo Yáñez, quien cumplió años el pasado viernes: su labor como coordinador de los primeros talleres literarios que organizó el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), los cuales fueron modelo en el país y su entrega al quehacer poético, desde el cual anhelaba acercarse a la lírica de Garcilaso de la Vega, Gil Vicente y San Juan de la Cruz.
Ricardo Yáñez, originario de Guadalajara, Jalisco, donde nació en 1948, confiesa que su formación escolar, aun después de haber pasado por dos Facultades de Filosofía y Letras, era pobre, “por lo cual me propuse trabajar para aprender; y la única manera es hacer lo que siempre se ha hecho y no lo novedoso; porque no es fácil ser vanguardista si no se conoce la historia del arte y porque sin pasado no hay futuro.
“Sí me interesa un poco comulgar con los poetas que nos dieron patria, con Garcilaso, Gil Vicente y San Juan de la Cruz, porque me emociona mucho, su entrega y su calidad”, expresó en entrevista.
Periodista y poeta
Yáñez estudió Letras en la Universidad de Guadalajara y en la UNAM, instituciones de las cuales fue catedrático, al tiempo de destacar como editor de El ciervo herido. Fue fundador de los diarios El Sur, Unomásuno y La Jornada; articulista e integrante de la mesa de redacción de la revista Mira; además de colaborador de Biblioteca de México, La Gaceta del FCE, La Jornada Semanal, Revista Universidad de México, el suplemento Sábado y la revista Siempre!, entre otros.
El escritor José Homero recientemente sintetizó en el “nudismo” la poesía del autor de Novedad en la sombra (2003) al señalar que “desnudez es la palabra más adecuada para definir la poesía de Ricardo Yáñez”; mientras que el lingüista Jorge Souza evocó su estilo clásico al nivel de grandes escritores del siglo XX.
“Lejos de prejuicios y de modas, la mano de Yáñez ha cultivado frecuentemente la rosa de la rima y el jardín de la métrica. Por eso sus renglones recuerdan la estupenda sencillez de José Martí o el anhelo de San Juan de la Cruz”, comentó.
En tanto, el poeta y catedrático de la UNAM, Jaime Coello Manuell describió a Yáñez como “el amor en la poesía mexicana; quizá sea el poeta que mayor dominio del verso tiene”.
Yáñez es también miembro del Sistema Nacional de Creadores (SNC) y autor de alrededor de una docena de títulos de poesía, entre los que destacan Divertimento (1971), Nueva escritura sumaria (1977) y Ni lo que digo (1985).
Su obra está reunida en la antología Desandar (2014) y actualmente colabora en el diario La Jornada con la columna Isocronías. En 1971 ganó el Premio de Poesía de la revista Punto de Partida.
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