ÚLTIMA PARTE
Primero que nada, una corrección. En el bloque anterior mencioné erróneamente que Chihuahua perdió el Nacional de 1988 en Juárez ante la Ola Roja del DF. Corrijo, fue ante las Abejas de Puebla, una disculpa y gracias a mi buen amigo Carlos Cruz Baca por su oportuna observación.
PARA BERNAL TODOS ERAN LOS MEJORES, PERO… ¡AGUAS CON EL DIABLO!..
Alberto Bernal no tiene preferencias en cuanto a cuál o cuáles jugadores podrían haber sido algo así como sus ídolos. “Para mí todos éramos los mejores en nuestra posición”, afirma.
“Norberto Mena era un jugadorazo, un coreback muy inteligente que controlaba el juego, que hacía ver mal al rival, con una visión de campo única”, agrega.
¿Y Arroyos?, le pregunto.
“Ése era punto y aparte”, responde y enseguida lo describe: “Si ha habido un jugador que va contra toda la lógica del basquetbol, ése era José Luis. Era un espectáculo ver la forma en que se alzaba para lanzar la pelota, tiraba cayéndose, tiraba al momento en que lo empujaban, con las piernas cruzadas, saltando hacia atrás, girando en el aire, tiros imposibles… ¡y todas le caían! Ésa era sin duda la fortaleza de Arroyos, que a pesar de ir contra toda la lógica que exige el basquetbol, que aún con la poca técnica que reflejaba su estilo de juego, siempre encontraba el aro y era un espectáculo verlo”.
Y en efecto, aquéllos que lo vimos jugar también recordamos su explosiva manera de correr, de cómo anticipaba el balón hacia adelante antes de arrancar para dejar atrás a sus rivales.
SU VISIÓN DEL BASQUETBOL ACTUAL: “HOY SE NECESITAN CINCO BALONES EN UN JUEGO, PORQUE CADA JUGADOR QUIERE TENER EL SUYO”
“El Chorro” Bernal no está ajeno a lo que pasa hoy en día con el basquetbol. “Veo mucho daño al jugador desde el momento en que se trazan como meta a seguir la espectacularidad. Tienen un ferviente deseo y un sueño de que la gente los admire y eso está mal. Para llegar a ser el mejor no requieres más que ser humilde en el juego. Sentirse como el mejor, sí, pero con humildad. ¡Jugar para el equipo! -remarca-, y sobre todo confiar en tus capacidades y lograr que el equipo sienta de lo que eres capaz”.
Bernal pone por delante su filosofía del juego, con frases como: “Para mí el basquetbol es un reto, mi reto es vencer al otro, probarme a mí mismo y ganar. Me gustaba ganar”.
Y prosigue: “Actualmente hay mucho individualismo en la cancha. Hoy tendrías que meter cinco balones en un juego, porque cada jugador quiere tener siempre el suyo”.
Y remata: “Considero que los entrenadores están poco preparados, sí, tienen y enseñan la técnica, pero la técnica sólo representa el 30% de lo que debe ser un jugador completo. Hay que sumarle lo más importante, la humildad”. Y pone un ejemplo de lo dicho dividiendo la esencia del basquetbol en tres personas:
UNO: La mente, como un Norberto Mena, que sin tener un físico imponente, jugaba con una inteligencia extraordinaria.
DOS: El corazón, como un Raúl Palma o un Óscar Asiáin, dos claros ejemplos de jugadores que dejaban la piel en la duela, jamás se daban por vencidos y enfrentaban a sus rivales sin ningún temor.
TRES: Las piernas, como las de José Luis Arroyos, con la fuerza y velocidad suficientes para dejar atrás a sus rivales y enfrentar con éxito a los más altos oponentes en el salto.
Así los describe Alberto Bernal, así piensa del basquetbol actual y así recuerda su gran época como jugador, una época incomparable de unos años 80 y que a cuatro décadas de distancia parece que ya no tendremos otra igual.
Alberto Bernal asistió a varias competencias internacionales entre las que figuran un Centrobásquet en La Habana, Cuba, unos Centroamericanos en México, una Copa Intercontinental en México 1979, la Universiada Mundial en México ese mismo año y otra Universiada en Rumania 1981.
Se retiró en 1993 vistiendo la camiseta de los Pioneros de Delicias en el Circuito Mexicano de Basquetbol, donde se dio el gusto de eliminar a los Dorados en semifinales. Más adelante, en Zacatecas, se proclamó campeón derrotando a los Bravos y dando un partidazo que le valió ser elegido como el MVP de la final. Allí se hizo el anuncio oficial de su retiro y salió ovacionado del suelo zacatecano.