Morelia.- Monarcas terminó con sus demonios. Sufrió en los últimos minutos, pero derrotó 2-1 al Toluca, para por su mejor posición en la tabla acceder a las semifinales, mientras que los Diablos Rojos cerraron su año del Centenario con las manos vacías.
La mayor motivación para Morelia fue Luis María Bonini, ex preparador físico y quien falleció hace unos días.
EL PARTIDO
Morelia cometió errores en el partido de ida contra Toluca, y no querían repetirlos como local. Por eso, Roberto Hernández mandó a la cancha el plantel que ha utilizado durante todo el semestre y que lo llevó a conseguir el boleto a la Liguilla.
Pero el infierno apareció para los locales apenas al minuto 3, cuando Fernando Uribe incrementó la ventaja en el marcador global.
La respuesta fue inmediata y quién mejor que el peruano Raúl Ruidíaz para hacerlo, apenas un minuto después. Fue un envión anímico para el conjunto michoacano.
Toluca recuperó el balón en más de una ocasión; entre Uribe y Canelo hicieron sufrir a Sosa. Los Diablos querían sentenciar la serie.
Pero Morelia tenía ayuda celestial y en un tiro de esquina pusieron la balanza a su favor con un golazo de chilena anotado por Sepúlveda. Los visitantes pedían posición adelantada difícil de apreciar.
La entrada de Rubens Sambueza le dio otra a cara a Toluca en el segundo tiempo. Hernán Cristante decidió no usarlo de inicio y en el pecado llevó la penitencia.
Los michocanos fueron más insistentes y sacaron provecho de las faltas a las que recurrió Toluca para frenarlos.
Los ánimos se calentaron. Los Diablos no pudieron contener la calma y en más de una ocasión hubo conatos de bronca. Los locales terminaron por echarse atrás y optaron por el contragolpe.
El silbante agregó cinco minutos, suficientes para que Monarcas se sacudiera todos los demonios. Corrigió errores y terminó con la supremacía de los mexiquenses en territorio michoacano, donde sólo perdieron uno de sus últimos cinco partidos. El torneo pasado sufrieron y libraron el descenso; hoy pueden soñar con el título.