El scouteo y el desarrollo de los jugadores universitarios, es la pieza clave para el éxito del programa en la Liga de los 14 Grandes de ONEFA, así lo aseguró el entrenador en jefe chihuahuense de los Borregos del Tecnológico de Monterrey, Carlos Altamirano, quien se coronó tricampeón del certamen tras vencer en la gran final a los Auténticos Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León por marcador de 24-21 en tiempo extra.
En exclusiva para el Heraldo de Chihuahua, el estratega oriundo del estado grande compartió: “Estoy contento, a pesar de cómo se dio el juego. Cometí errores en temas de decisión, pero al final los muchachos forzaron para ir a tiempo extra y tener la oportunidad del regreso. Muy orgulloso de volverlo a hacer en circunstancias adversas”.
Desde su llegada al Tec en 2017, Altamirano ha sido pieza clave en la construcción de un programa exitoso, logrando cuatro campeonatos nacionales: tres en ONEFA y uno en CONADEIP. El estratega destacó que la base de estos logros es el trabajo constante y un sólido sistema de reclutamiento.
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“Esto no se hace sin el apoyo institucional. El éxito radica en salir a buscar a los muchachos desde pequeños, ver su desarrollo y apoyarlos durante muchos años. Algunos jugadores permanecen hasta siete años en el programa, y nuestro trabajo es acompañarlos tanto en lo deportivo como en lo académico. Ese balance es crucial”, explicó.
El equipo técnico también ha sido un factor determinante. Altamirano elogió la labor del chihuahuense Javier Aguirre, coordinador de línea ofensiva, y de Yayo Araujo, un tijuanense con paso por el estado grande, quien ha trabajo con Carlos como coordinador defensivo durante varios años.
La trayectoria de Altamirano no es casualidad. Antes de unirse al Tec, el entrenador dirigió por 10 años a las Águilas de la UACH, logrando dos campeonatos en la Liga Nacional. Además, como jugador profesional, acumuló cinco años de experiencia como mariscal de campo en los Borregos Salvajes, una etapa que define su visión estratégica del juego.
“Yo estudié aquí y fui parte del equipo. Ahora, mi trabajo es desarrollar a los muchachos, darles seguimiento y ayudarlos en su proceso. No se trata solo de ganar en el campo, sino de preparar personas exitosas en todos los aspectos”, afirmó.
El enfrentamiento entre Borregos y Auténticos Tigres se ha convertido en un clásico del fútbol americano universitario. Sin embargo, Altamirano niega que su equipo “tenga tomada la medida” a los Tigres, con quienes ha protagonizado tres finales consecutivas, todas ganadas por Borregos.
“El ganar no es cuestión de suerte. Es trabajo, scoutear y ejecutar en el campo cuando se debe. Ellos hicieron un gran trabajo, y las finales han sido muy parejas. Lo importante es que los muchachos saben hacer su trabajo en el momento crucial”, subrayó.
A pesar de su éxito, Altamirano mantiene los pies en la tierra. “No vamos buscando números, esto ya quedó atrás. Hay que disfrutarlo, pero también empezar a trabajar para el siguiente campeonato. Mi prioridad son los Borregos, y estoy muy contento aquí. Mi continuidad no depende de mí, sino de las autoridades, pero mientras haga bien mi trabajo, confío en que habrá oportunidad de seguir”, dijo.
Sobre posibles colaboraciones futuras, mencionó su experiencia ayudando a los Caudillos en la Liga de Futbol Americano Profesional y dejó abierta la puerta a nuevos proyectos. Sin embargo, reiteró que su enfoque principal seguirá siendo el programa de Borregos.
Altamirano, con su visión estratégica y su enfoque en la formación integral de sus jugadores, continúa construyendo un legado que no solo se mide en trofeos, sino en el impacto que deja en sus jugadores dentro y fuera del campo.