¿Te has topado con un alacrán? Seguramente sí ya que son una especie muy extendida en todo México y gran parte de Estados Unidos. Pero es mucho más común encontrarlos en las temporadas húmedas y calurosas del año, así que los encuentros con estos arácnidos pueden ser más frecuentes de lo que quisiéramos. Sin embargo, muchas veces encontrarnos un alacrán no es razón de alarma, ya que la mayoría son inofensivos para el ser humano.
La temporada en la que suele haber una mayor presencia de alacranes es durante los meses de lluvia, que generalmente ocurren entre mayo y octubre. Ya que la humedad y el calor son condiciones favorables para la reproducción de los alacranes y pueden llevar a un incremento en su población.
Los alacranes, también conocidos como escorpiones, desempeñan un papel importante en el ecosistema de México. A pesar de su reputación como criaturas peligrosas, los alacranes tienen un impacto significativo en el control de plagas. Y como la mayoría de las especies de escorpiones son inofensivas para el ser humano no es necesario que los mates. Pero ¿cómo reconocer un escorpión inofensivo de uno que te puede llevar al hospital?
De acuerdo a Laura Valdez, académica de Ciencias Químicas de la Universidad de Colima, los alacranes venenosos que representan un peligro son “los que tienen el aguijón en forma de media luna, las tenazas delgadas, un color uniforme y el segmento de su cola es ovalado”. Y los alacranes que no representan una amenaza para la salud “tienen una cola más derecha, sus segmentos son cuadrados, sus tenazas son gordas y tienen rayas de diferentes tonalidades y doble aguijón”.
Además de acuerdo a la especialista “otra característica es que a los tóxicos los encontramos en zonas rurales y lugares donde hay baldíos. En la zona urbana tendremos los no tóxicos, pero les gusta más el calor humano”
Aun así, si se produce una picadura tienes que acudir al médico para recibir atención. Ya que en caso de tratarse de una especie peligrosa, ya que, de acuerdo a un artículo científico publicado en la Revista Médica del IMSS: “Las manifestaciones clínicas oscilan desde sintomatología local hasta cuadros graves con repercusiones a nivel cardiovascular, respiratorio y neurológico, e incluso la muerte”.
Un aliado inesperado
Se alimentan principalmente de insectos como cucarachas, grillos y chapulines, que son considerados plagas en los entornos urbanos y agrícolas. Al mantener el equilibrio de las poblaciones de insectos, los alacranes ayudan a reducir la propagación de enfermedades transmitidas por estos insectos y a mantener la salud de los ecosistemas.
Además de su función como controladores de plagas, los alacranes también son indicadores de la salud ambiental. Como depredadores tope en su cadena alimentaria, son sensibles a los cambios en su entorno y pueden verse afectados por la contaminación y la degradación de hábitats.
Su presencia en una determinada área puede ser un indicador de la calidad del ecosistema y puede alertar sobre posibles problemas ambientales. Por lo tanto, estudiar y monitorear las poblaciones de alacranes en México es importante para comprender la salud general de los ecosistemas y tomar medidas de conservación adecuadas.
Por último, los alacranes también desempeñan un papel en la investigación científica y la medicina. Los venenos de los alacranes contienen una variedad de compuestos bioactivos que tienen el potencial de ser utilizados en el desarrollo de medicamentos.
Algunos componentes de los venenos de alacranes han mostrado propiedades analgésicas, antimicrobianas y anticancerígenas en estudios preliminares. La investigación en este campo puede llevar al descubrimiento de nuevas terapias y tratamientos médicos, lo que resalta aún más la importancia de conservar estas especies en México y en otros lugares.