En sólo unos días se cumplirá el 59 aniversario del Asalto al Cuartel Militar de Madera en Chihuahua, el cual ocurrió el 23 de septiembre de 1965, y es recordado como uno de los episodios más significativos de la historia guerrillera en México.
Este hecho, que marcó un antes y un después en la lucha armada de la época, fue una manifestación clara del descontento social que hervía entre campesinos, maestros y estudiantes que se sentían traicionados por las promesas incumplidas de la Revolución Mexicana y decidieron levantarse en armas ante un gobierno que parecía indiferente.
Sin embargo, el plan no salió como se esperaba, y lo que debía ser un golpe certero contra la estructura militar, se convirtió en una tragedia, causando la muerte de ocho guerrilleros y seis soldados, en un enfrentamiento que duró menos de lo previsto, pero que dejó huella en la historia nacional.
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¿Cuáles fueron las causas que llevaron a los guerrilleros a planear el Asalto al Cuartel Militar de Madera?
Para entender la relevancia de este asalto, es fundamental remontarse a las causas que lo originaron. Durante las décadas de los 50 y 60, México vivía una aparente paz política bajo el control del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero debajo de esa superficie, el malestar social seguía creciendo.
El reparto agrario, una de las grandes promesas de la Revolución, se encontraba estancado, mientras que los caciques y terratenientes mantenían un implacable control sobre las tierras y las comunidades rurales, y fue justo en ese escenario donde surgió el Grupo Popular Guerrillero (GPG), una organización que veía en la lucha armada la única opción para lograr los cambios que por la vía pacífica no se habían conseguido.
El plan del Grupo Popular Guerrillero para asaltar el cuartel de Madera se inspiró en hechos revolucionarios de otros sitios, como el como el famoso Asalto al Cuartel Moncada en Cuba, ejecutado por Fidel Castro, y también, parte de su estrategia se basó en el manual de “La guerra de guerrillas” de Ernesto “Che” Guevara.
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Lamentablemente, pese a su esfuerzo y dedicación para organizar un ataque victorioso, la situación no favoreció a los guerrilleros, pues la falta de armamento, agravada por las inclemencias del tiempo que impidieron la llegada de refuerzos, condenaron la operación desde el inicio.
¿Cómo fue el Asalto al Cuartel Militar de Madera en Chihuahua en 1965?
Durante la madrugada del 23 de septiembre de 1965, el Grupo Popular Guerrillero (GPG) decidió actuar, con el claro objetivo de asaltar el cuartel del Ejército Mexicano ubicado en el municipio de Madera, el cual se encuentra en la Sierra Tarahumara.
Esta era la primera acción importante de la guerrilla contemporánea en el país y tenía como meta poner fin a los abusos de los terratenientes y reclamar justicia para los campesinos explotados.
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Aquel 23 de septiembre, 13 personas, lideradas por figuras como Arturo Gámiz García, un profesor rural comprometido con las causas sociales (principal dirigente de la guerrilla), y Pablo Gómez Ramírez, un médico y profesor de la Escuela Normal Rural "Ricardo Flores Magón" de Saucillo, buscaban tomar el cuartel por sorpresa.
Inicialmente se esperaba que participaran cerca de 40 guerrilleros divididos en tres grupos, pero sólo uno de ellos logró entrar en acción, pues los otros dos, quienes tenían más armamento, tuvieron problemas para llegar a su destino por problemas con los caminos que eran prácticamente intransitables, y las crecidas de los ríos, debido a la fuerte tormenta que caía en ese momento en el lugar.
Por lo anterior, sólo el grupo de 13 personas logró avanzar y enfrentarse a un grupo de 125 militares, un destacamento mucho más numeroso de lo que habían anticipado. De acuerdo a la página de Gobierno de México, una vez en el lugar, los guerrilleros gritaron: "¡Ríndanse! ¡Están rodeados!", tratando de intimidar a los militares, pero estos respondieron con disparos.
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Pese a sus esfuerzos por defenderse, los soldados superaban a los guerrilleros en número de personas y armamento, además de que conocían perfectamente el terreno, por lo que, al no contar con una ruta de escape clara, fueron aniquilados en su mayoría.
Al final del enfrentamiento, el saldo fue devastador, pues 10 personas resultaron lesionadas, mientras que seis militares y ocho guerrilleros perdieron la vida, entre ellos los líderes del grupo, Arturo Gámiz y Pablo Gómez.
Cinco de los guerrilleros lograron sobrevivir y se internaron en la sierra, sin embargo, la zona fue reforzada con más efectivos y fue imposible que las fuerzas del GPG se reorganizaran para otro ataque, e incluso, la Fuerza Aérea Mexicana sobrevoló la zona para amedrentar a los sobrevivientes.
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Los cuerpos de los guerrilleros fueron lanzados a la fosa común, mientras que a los soldados los despidieron con honores
Los ocho cuerpos de los guerrilleros que cayeron en la batalla fueron recogidos por los soldados, quienes los pasearon por las calles de Madera en un camión, como un claro mensaje de advertencia para cualquiera que pensara en seguir sus pasos.
Los familiares de las víctimas colocaron los cuerpos en bolsas negras para poder trasladarlos a Chihuahua, sin embargo, el gobernador de este entonces, Práxedes Giner Durán, ordenó que éstos fueron enterrados en una fosa común.
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El contraste fue brutal, pues mientras los cuerpos de los guerrilleros eran lanzados a la fosa, los soldados caídos recibieron sepultura con honores y funeral militar, además de que recibieron la bendición del cura local, Roberto Rodríguez Piña, quien se negó a hacer lo mismo con los “criminales”, como él llamó a los jóvenes que se levantaron en armas.
Cabe resaltar que, mientras los cuerpos de los guerrilleros eran lanzados a la fosa común el gobernador Práxedes Giner exclamó una frase con todo su desprecio, que decía “¿Querían tierra?, ¡échenles hasta que se harten!”.
El Asalto al Cuartel de Madera también inspiró a futuras generaciones de guerrilleros, como los miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre, quienes eligieron su nombre en honor a la fecha de aquel ataque, y al Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Años después, los hechos de Madera fueron retratados en la novela "Las armas del alba", del escritor Carlos Montemayor, y en 2013 se llevaron al cine en la película "Las Armas", dirigida por José Luis Urquieta.
