A sólo diez minutos de la cabecera municipal de Balleza -y a 100 kilómetros de Parral-, se encuentra uno de los atractivos turísticos poco explotados, pero que ya se encuentra en el radar de los visitantes de la región sur del estado de Chihuahua; se trata del Cañón del Venado, el cual se alza imponente, así como el acantilado, sobre la ribera del Río Agujas.
Este bello lugar se encuentra enmarcado por el arte rupestre compuesto por piedras con figuras talladas que representan humanos, venados, serpientes, anguilas, torturas y hasta una representación del sol y la luna. El recorrido se convierte en toda una experiencia al explorar los alrededores en un tiempo aproximado de dos horas.
Petrograbados y aguas termales
El panorama de esta parte de la Sierra Tarahumara es paradisíaco y una ventaja es que los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, pueden acampar a orillas del río de aguas termales. De ahí, iniciar la caminata que los lleva a conocer la importancia de las pinturas rupestres. En el paisaje abundan las zonas arboladas y montañas que son un agasajo para la vista.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, los petrograbados son una manifestación del arte rupestre, vestigios de la actividad humana pintados o grabados sobre “abrigos” rocosos. Según estudios de Rubén Manzanilla y Arturo Talavera, son pinturas míticas y astronómicas.
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Las pinturas halladas en la región ballezana fueron estudiadas por primera vez por los arqueólogos Arturo Guevara y Francisco Mendiola Galván, quienes afirmaron que pertenecen a la tribu Hohokam, y se trata de escritos en piedra mediante la técnica del tallado además de pigmentos naturales que datan de 200 a. C., al mil 100 d. C., en el arcaico tardío.
Estos importantes grabados y restos rupestres se esparcen en tres sitios arqueológicos de la zona ballezana. El primero contiene representaciones de fauna, seres humanos y avistamientos cósmicos. Describen la fertilidad de venados hembras y machos, además imágenes del sol, serpientes con cuernos de águila, cuadrúpedos y figuras humanas.
Siguiendo con este recorrido, se encuentra el segundo petrograbado que representa al sol y serpientes con cuernos que interpretan el cielo y la tierra.
Asimismo, en el tercer petrograbado describe, según los estudios arqueológicos realizados, una figura zoomorfa de una hembra de venado que está preñada, lo cual puede relacionarse con el tema de la fertilidad.
Así, el desarrollo cultural de la tribu de los Hohokam se desarrolló bajo los ríos Gila y Salado abarcando el desierto de Sonora, así como parte de Chihuahua y hasta Arizona.
¿Cómo llegar al Cañón del Venado?
A sólo cinco minutos en automóvil desde la cabecera de Balleza, por la ribera del Río Agujas, está la base de expedición para emprender una larga y fascinante caminata que lleva al paseante a conocer los emblemáticos petrograbados.
Si el visitante parte de la ciudad de Parral se tienen que recorrer cerca de 100 kilómetros por carretera para llegar a la cabecera municipal y de ahí partir rumbo al Cañón del Venado.
Toda una nueva experiencia
Conocer estas comunidades representa una aventura turística que se convierte en toda una gran travesía. Por ello, el municipio de Balleza ha recibido visitantes nacionales y extranjeros, quienes llegan en busca de conocer la fascinante historia que guardan los petrograbados y los vestigios que nos heredaron las tribus de apaches, tarahumaras y tepehuanes, además de disfrutar de las aguas termales.
Nota original de El Sol de Parral
