Desde el 2021 venimos escuchando sobre la técnica de bombardeo de nubes, la cual espera poder luchar contra los efectos de la sequía, atrayendo lluvias, en especial al norte del país, donde cada año se busca economizar en agua sin afectar a los pobladores ni a la siembra, sin embargo ¿se sabe que tan efectivo es este método y si de verdad atrae las precipitaciones?
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El llamado “Bombardeo de Nubes” es cuando por medio de aviones o avionetas se estimulan las mismas con nieve carbónica y yoduro de plata, con el fin de incrementar la abundancia y la frecuencia de lluvias en la zona.
Este procedimiento se hace solo con las cumulonimbus y la nimbostratus a las que se les inyectan cientos de litros de yoduro de plata sobreenfriado en una solución de acetona, con esto se espera que las nubes se mantengan en la temperatura adecuada, para que tome el mayor tamaño posible y haya mejores y más lluvias.
Aunque esto suena como la mágica solución para el problema de la sequía; no se sabe al 100% que tan efectivo sea o no sea el método. A pesar de que ha sido usado bastante por varios estados en México y en diferentes partes del mundo.
¿Llueve aunque no haya bombardeo de nubes?
Según explica Óscar Estrada, ingeniero agrónomo especialista en bosques, no hay evidencia científica sólida que demuestre su eficacia en términos de cantidad adicional de lluvia que se produce. Es decir, se bombardean las nubes pero no se sabe si ayudó o ya iba a llover sin necesidad de ingerir en el proceso natural de las precipitaciones.
Óscar Estrada detalla que aunque varia depende el estudio se calcula una efectividad de no más del 20%, incluso en trabajos más serios hechos en Israel, donde la técnica se lleva usando más tiempo se promedia un 15% de resultados.
En general se afirma que si ayuda pero no ayuda de una manera exponencial, pues solo hace que sean un poco más frecuentes las lluvias, lo anterior pues se necesita de nubes que por sí solas ya generan precipitaciones y no tienen la capacidad de generar nuevas.
Aun con estos números se sigue usando en países como China, Israel, Australia, Europa, algunos de Sudamérica y recientemente en México, en especial en estados como Chihuahua o Monterrey, solo para incrementar un poco la cantidad de lluvia, y en una temporalidad limitada, y superficie que se puede cubrir es igualmente reducida.
Por otro lado, se conoce que al provocar la tormenta de manera “artificial” se pueden producir efectos no deseados como caída de granizo más grande del tamaño común, lo cual es dañino para la siembra.
Si bien Óscar Estrada, solo cuestiona la efectividad de este método, mencionando que no se debe señalar al 100% como un programa exitoso, hay otros expertos que mencionan que no ayuda y que se debe dejar que las lluvias lleguen por su cuenta.
Es el caso del meteorólogo Florencio Rodríguez Loera, quien menciona que el bombardeo de nubes sólo contamina y altera la atmósfera, y recomienda dejar a la naturaleza actuar sola, en especial en zonas desérticas como Chihuahua.