"¡Te tocan los trastes!" Se escucha la demandante orden de mamá y todos desaparecen como por arte de magia de la mesa. Pensar que esta actividad tan cotidiana en el hogar llega a causar desde regaños hasta la cancelación de permisos para salir a pasear por resistirnos a realizarla... ¿A cuántos de nosotros nos resulta desagradable la simple idea de frotar platos, vasos y sartenes llenos de comida en mal estado y además con un penetrante olor a aceite quemado o huevo?
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
Una cocina limpia comienza en los pequeños detalles, el más importante es la limpieza de los trastes y sobre todo de los recipientes de plástico, los famosos “toppers” donde ponemos nuestros alimentos y que se impregnan de olores desagradables después de usarlos. También deben mantenerse limpios y secos el fregadero o el lavavajillas.
Te puede interesar: ¡Qué asco! Descubre qué pasa si no te lavas los dientes antes de ir a dormir
Lo peor de esta actividad que la mayoría no disfruta es cuando a pesar de haber puesto tiempo y esfuerzo, los vasos, platos y recipientes quedan con un olor desagradable.
Aquí te vamos a dar algunos tips para que los mantengas siempre frescos y sin olores.
¿Qué ocasionan que los trastes huelan mal después de lavarlos?
Una de las principales causas si tú utilizas una máquina, puede ser que se hayan quedado restos de comidas, grasa o residuos en la parte inferior del lavavajillas o utilizar esponjas sucias si lo haces en el fregadero, ya que estos atraen a las bacterias que son las responsables de los malos olores.
Otro de los factores puede ser que hayas lavado pollo o pescado cerca de los trastes y que sus partículas hayan impregnado con su olor los utensilios donde comes. El huevo, ajo, pescado, cebolla y salsas son de los alimentos que tienen un gran potencial para producir mal olor que se queda fácilmente en los dedos y trastes, otra de las causas es que hayas guardado sin limpiar el trapo que usas para secarlos.
Por comodidad, flojera o cansancio, muchas de las veces se opta por dejar los platos y los vasos sucios en el fregadero más tiempo del que se deberían, lo que provoca un desagradable hedor de comida en descomposición o a “rancio” que llega a percibirse aún después de haberlos lavado.
Toma esto en cuenta a la hora de lavar los trastes
Una de las maneras más tradicionales y eficaces para lavarlos es llenar el fregadero con agua caliente y jabón, luego hay que separar los platos por nivel de suciedad, dejar en remojo los grasosos, lavar primero los vasos, cubiertos y platos y dejar las ollas y sartenes al final.
Lo recomendable es utilizar guantes, cambiar la esponja que se utiliza para el lavado periódicamente y utilizar escurridores para la limpieza y el orden.
Otra de las alternativas para que no queden con mal olor es utilizar vinagre blanco, este líquido se agrega al agua, se revuelve y se ponen los trastes a remojar, luego de una hora se saca y se lavan con jabón y se enjuagan de manera normal.
El bicarbonato de sodio es muy recomendable, el cual se disuelve un par de cucharadas en el agua, se ponen a remojar por unos 15 minutos los trastos afectados, luego se sacan y se lavan. Hay quienes acostumbran escurrir un limón en el agua antes de lavarlos, en la mayoría de los casos, se acostumbra colocar unas gotas de cloro.
Consecuencias salubres por no lavar bien los trastes
Dejar los platos sucios en el fregadero durante días es más habitual de lo que se cree, por lo que este mal hábito no está exento de riesgos. El principal: la proliferación de bacterias y la posible contaminación del resto de la casa. Debe saber que los gérmenes sobreviven hasta cuatro días en una superficie limpia, pero se multiplica en el caso de platos y utensilios de cocina dejados sin lavar por tiempo indefinido.
Remojar los utensilios sucios tampoco es una solución ideal en términos de higiene. De hecho el agua a menos de 60°C es un caldo de cultivo perfecto para que se desarrollen microorganismos. El fregadero se convierte en un nido de bacterias. Por otra parte, las personas que meten las manos en el fregadero corren el riesgo de contaminar muchos espacios de la cocina y de la casa si no se lavan las manos correctamente.
Pero calma, lavar los trastes también tiene su lado bueno y puede resultar hasta terapéutico y puede ayudarte a ser mentalmente creativo y productivo, según dicen los expertos.
Ahora un estudio señala que limpiar los platos tiene beneficios muy interesantes que nos permiten liberar tensiones y la mente, que a futuro mejora la productividad del individuo ya que los periodos que utilizamos para fregar la vajilla fomentan nuestro lado más imaginativo.
Realizar esta simple tarea diaria puede reducir la ansiedad, el nerviosismo y el estrés, además mejora la calidad de sueño y contribuye a un estado emocional más equilibrado, así que la próxima vez que te digan "¡Te tocan los trastes!", recuerda que esta tarea puede ser una puerta hacia la calma y la serenidad.
Nota publicada originalmente en: El Sol de Parral