Ya estamos en la recta final de año y esto se traduce en la llegada del mes patrio y sus respectivos platillos muy mexicanos, como los ‘Chiles en nogada’, un plato tan representativo de México como lo son los tacos o la cochinita pibil. Su origen casi siempre se asocia con la culminación de la guerra de Independencia y la forma en que las monjas Agustinas del Convento de Santa Mónica en Puebla homenajearon a los héroes Insurgentes, al vencer al derrotar a las fuerzas españolas en 1821, encabezado por los generales Agustín de Iturbide y Guadalupe Victoria, como narran las voces populares.
Mitos y verdades detrás de los chiles en nogada
No obstante, la noción de la nogada ya existía en el universo gastronómico novohispano, -de hecho era catalogada dentro del espectro de los postres, por su sabor espeso y dulzón-, al cual se le añadía un poco de vino para acompañar a los panecillos al final de la cena, tal y como afirma Alfonso Dorantes, historiador del periodo de la Independencia de la ENAH.
“La nogada era una receta común entre los ámbitos burgueses y monacales de Puebla en el virreinato, lo que sí es novedad es cómo pasó de ser un postre al final del menú al plato principal sobre un guiso salado.”, continúa el experto, quién además señala que los chiles tampoco se parecían a la versión actual que conocemos, “Si bien la granada y la nuez de castilla son parte indispensable de la nogada, es el relleno donde surgen las diferencias, -en pasado no se incluían frutas, sino alcaparras, azafrán y carne de puerco-. Las frutas como manzana, durazno y carne de res, aparecieron de forma alternativa por primera vez en el recetario: “Formulario de cocina mexicana”, que data de mediados del siglo XIX, cómo resultado de mucha experimentación desde su aparición”, advierte el experto.
De hecho, existen registros que refuerzan los comentarios del historiador Dorantes sobre la nogada como postre que datan del siglo XVIII, recetario cuya circulación fue ampliamente recibida, “El libro de cocina del hermano Fray Jerónimo de San Pelayo”, impreso en 1780, impactando fuertemente la sazón de las cocinas novohispanas del área metropolitana desde su aparición. Sea como fuere, el guiso trascendió y hoy es uno de los platillos más característicos de la nación que se puede disfrutar a lo largo de dos meses, antes de que concluya la época de la granada dando continuidad a otros frutos de estación. Por ello aquí te sugerimos conocer algunos de los restaurantes con mejores chiles de la región
¿Dónde comer chiles en nogada en Chihuahua?
Macuilli
Si deseas probar la hospitalidad poblana en su esplendor visita ‘Macuilli’, un comedor en el centro de la ciudad que pone al alcance toda clase de guisos y salsas típicos del sur. No puedes dejar de pedir sus aguas frescas del día acompañadas de botanita con tortilla azul mientras llega el plato principal. Aquí se estila compartir la mesa con otros, de manera que continuamente escucharás toda clase de comentarios y exclamaciones positivas sobre la comida.
Naranja y Limón
¿Tienes una reunión, fiesta o cumpleaños de emergencia? La cocina económica de Naranja y Limón te resuelve el problema preparando excelentes chiles en nogada para llevar o comer ahí. Acércate al mostrador y haz tu pedido, ya que son los favoritos del lugar y con frecuencia se agotan rápidamente por su rico sabor casero.
La Casona
Clásico de clásicos entre los comensales locales. Año con año el famoso restaurante pone a disposición sus extraordinarios chiles en nogada, maridados con vino blanco de la casa productora de Encinillas, -viñedo orgullosamente chihuahuense-, acreedor de varios premios internacionales por su exquisita crianza. de uvas. Una combinación inmejorable.
Con sabor a México
Si además de querer probar los chiles en nogada, te apetece probar unas chalupitas, tlacoyos, gorditas de chicharrón y otros antojitos típicos, “Con sabor a México”, no te decepcionará. Aquí la oferta es amplísima, ya que de sus fogones y comales salen diariamente cientos de delicias que hacen del merendero uno de las mejores alternativas por precio y sabor.
Casa Antigua 602
De la mano de la respetable gastrónoma Mónica Lozano, llega al paladar chihuahuense los chiles en nogada, -pero con la particularidad de que la versión que se sirve a la mesa es una que ha sido parte del secreto familiar por 5 generaciones de la chef-. Si aquello no fuera suficiente, en carta existen varios platos de autor que son auténticos tesoros como el “Mole Oaxaqueño” acompañado con Mogo-mogo, un platillo de influencia africana proveniente del Istmo de Tehuantepec, hecho a base de plátano macho y frijoles negros, así como otros más que vale muchísimo la pena degustar; cabe mencionar que la presentación es tan hermosa como su sabor, lo cual lo hace doblemente interesante.