El oso grizzli mexicano, conocido también como oso plateado, fue la más grande especie de oso que alguna vez habitó en México, distribuyéndose en los estados de Chihuahua, Durango y Sonora. Tristemente, este maravilloso animal fue cazado hasta la extinción por los seres humanos. Conoce más sobre él.
El oso plateado era en realidad una subespecie del oso grizzli americano, sin embargo, debido a las diferencias geográficas de su ecosistema, presentaba una coloración diferente a la de los especímenes encontrados en Estados Unidos, mostrando un pelaje gris canoso brillante, lo que le valió el apodo de oso "argenteo", pues decían que su pelo brillaba como la plata.
Este enorme coloso fue el carnívoro más grande y pesado que pisó los suelos mexicanos, alcanzando un peso máximo de casi 320 kilogramos y una estatura de 1.83, cuando se erguía sobre sus patas posteriores. Superando el tamaño del oso negro, especie que aún puede ser encontrada, aunque en pequeñas cantidades, en las sierras de Chihuahua, Coahuila y Nuevo León.
Te puede interesar: Cueva mexicana revela signos de haber sido visitada 30 mil años atrás por humanos
A pesar de su aspecto majestuoso pero imponente, el oso plateado causó temor a los rancheros, quienes creían que su existencia suponía una amenaza para sus animales de granja, por lo que no tardaron en comenzar una campaña para su exterminio, por medio de trampas y veneno, lo que llevó también a la casi completa aniquilación del lobo mexicano.
Pronto, los ejemplares de la especie empezaron a escasear, hasta que una pequeña comunidad de osos plateados logró refugiarse en la llamada Sierra del Nido, en el estado de Chihuahua, era sólo cuestión de tiempo para que los grizzlis mexicanos desaparecieran para nunca más volver.
¿Cuándo se extinguió el oso plateado mexicano?
Tras ser cazada, atrapada y envenenada por los pobladores, la especie se encontraba ya al borde de la extinción en el año 1930, cuando los últimos ejemplares hallaron refugio en tres montañas remotas del estado de Chihuahua, en la llamada Sierra del Nido, 80 kilómetros al norte de la capital del estado, al igual que otros pocos en Sonora, cerca del río Yaqui.
El gobierno mexicano intentó proteger a los osos plateados, declarándolos como especie protegida por la ley federal, al igual que a los lobos, no obstante, la cruel mano del hombre siguió su curso y no paró hasta acabar con cada uno de estos bellos animales.
En la década de los sesentas ya sólo quedaban 30 especímenes vivos, y a pesar de los rumores sobre su posible supervivencia en los lugares más apartados, muchos biólogos intentaron buscarlos sin tener éxito. El último ejemplar conocido fue asesinado en 1976 en el estado de Sonora, cerca del Río Yaqui.
Aún cuando se presume que los osos plateados fueron completamente erradicados, hay personas que afirman haberlos visto en los más recónditos lugares al norte de México; algunos guardabosques, granjeros y leñadores están seguros de que la especie sobrevive lejos de los seres humanos.
Si bien, estos posibles avistamientos pudieron ser confundidos con osos negros, lo cierto es que aún hay esperanzas de que en alguna parte de México, quizás de Chihuahua, aún haya osos plateados escondidos, ¿Volveremos a ver a este magnífico animal algún día? Sólo el tiempo lo dirá.