A lo largo y ancho del planeta existe una gran variedad de cementerios, o sitios destinados para sepultar a los difuntos, pero el más sorprendente de todos se encuentra ubicado en la inmensidad del desierto iraquí. Se trata del llamado “Valle de la paz”, catalogado como el panteón más grande del planeta.
Su nombre oficial en árabe es Wadi Al-Salaam, que traducido el español significa “Valle de la paz”, el lugar es un gigantesco cementerio perteneciente a la religión islámica que cuenta con un enorme territorio repleto de cadáveres.
El cementerio se ubica en la ciudad santa de Nayaf, en Irak, y posee un área de más de 600 hectáreas, es decir, alrededor de seis kilómetros cuadrados, y tiene la capacidad para albergar hasta 10 millones de tumbas.
No obstante, actualmente sus fosas se encuentran llenas, por lo que el único modo de albergar más cuerpos sería la incineración, la cual no es aceptada por la religión islámica. Por este motivo, el proceso de inhumación es la única forma de recibir a los difuntos.
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Importancia panteón Wadi Al-Salaam en la tradición islámica
Para los creyentes en la rama chiita del Islam, el panteón Wadi Al-Salaam es el sitio a donde se supone, se trasladarán sus almas en busca del descanso final, independientemente del sitio en donde fueron inhumados. Debido a esto, muchas tumbas se encuentran sin cadáveres, en su mayoría, construidas con yeso y barro cocido; sin embargo, debido a su inmenso tamaño, es posible encontrar todo tipo de lápidas en el sitio, desde tumbas pequeñas hasta enormes criptas familiares que albergan hasta 10 cadáveres.
Así mismo, ante la falta de espacio para sepultar a más personas, en el panteón se encuentran multitud de criptas y túneles subterráneos, donde el número de cuerpos que resguardan es desconocido. A su vez, en los terrenos del cementerio se erigen enormes torres de hasta cuatro metros de altura, muchas de ellas destacando el lugar de entierro de personajes importantes.
Entre los personajes ilustres sepultados en Wadi Al-Salaam, se encuentran algunos profetas, reyes, sultanes y príncipes del Islam, entre ellos; los profetas Hud y Saleh, Ayatola Sayyid Muhammad Baqir al-Sadr, y el príncipe Ali ibn Abi Talib, conocido como “el príncipe de los fieles”.
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El cementerio más grande del mundo fue pieza clave en la guerra de Irak
Debido a sus túneles y pasajes subterráneos, el terreno donde se aloja el enorme panteón, sirvió como el sitio perfecto para que los combatientes iraquíes tendieran emboscadas a los soldados de Estados Unidos, e incluso hasta el día de hoy, es posible observar restos de rejas destrozadas en las afueras del cementerio.
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Además, se estima que, durante la Guerra de Irak en 2003, y las guerrillas sectarias ocurridas en 2006 y 2007, el panteón recibía una cifra de hasta 250 cadáveres en un día, lo que le permitió aumentar su tamaño hasta los 10 kilómetros cuadrados, cifra que disminuyó a partir del año 2010, promediando actualmente entre 80 y 100 cuerpos sepultados en una jornada.
Nota publicada en El Sol de Parral