Hachiko fue un perro de la raza Akita que pasó a la historia luego mostrar la lealtad y cariño que tenía hacía su dueño, su caso conmovió a miles de personas, también fue llevado a la pantalla grande a través de la película ‘Siempre a Tu Lado’, que está inspirada en la vida de este famoso animal.
A inicios del siglo pasado, existió un profesor que un día se topó con un can, al inicio no quería tenerlo en su vida, pero al final se compadeció de él y lo adoptó. Esto lo hizo sin imaginar que el lazo que se formaría entre los dos, que los mantuvo unidos por mucho tiempo, incluso cuando uno de los ya había partido.
En la actualidad, las personas que quieran a conocer a fondo este suceso, pueden visitar cualquiera de las estatuas que le hicieron en Japón, igual podrían ir a su tumba o al museo en Tokio que tiene su pelaje disecado a modo de exhibición para que los turistas tengan una experiencia más realista sobre cómo se veía cuando estaba vivo.
EL ENCUENTRO DE HACHIKO
De acuerdo con los registros, Hachiko nació el 10 de noviembre de 1923 en una granja situada en la prefectura japonesa de Akita. Un año después, el perro se encontró con Hidesaburo Ueno, un agrónomo que impartía clases en la Universidad de Tokio.
El docente notó que el perrito tenía una desviación en las patas, por eso no pensaba conservarlo, pero con el paso del tiempo entre los dos se creó un vínculo muy cercano. Todos los días el lomito acompañada al profesor a la estación de trenes de Shibuya para que se fuera a su trabajo.
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El animal permanecía en este lugar hasta las 3 en punto, que era cuando su dueño regresaba a casa. Ellos mantuvieron esta rutina por un poco más de 12 meses. La gente que veía este comportamiento comenzó a asombrarse.
Todo cambió un 21 de mayo de 1925, cuando Hidesaburo falleció víctima de una hemorragia cerebral mientras daba clases. De inmediato sus familiares fueron notificados, por lo que procedieron sepultarlo.
Sin embargo, nadie percató que Hachiko seguía en la estación del tren a la espera de su dueño, él nunca faltó a su cita de las 3 de la tarde. Así estuvo por una década, la gente a su alrededor se impresionó al ver esa conducta, algunos le daban de comer y lo abrigaban durante el invierno.
SU HISTORIA CONMOVIÓ A LA CIUDAD
Hirokichi Saito, un estudiante del profesor Ueno supo de la historia, así que fue a visitar a la mascota para fotografiarla y guardar un registro sobre su presencia en ese lugar, que para muchos era una maravilla.
Mientras el can seguía con vida y a la espera de la llegada de su dueño, le rindieron varios homenajes y escribieron artículos sobre él; En abril de 1934 pusieron una estatua en su honor. El propio Hachiko estuvo presente en la ceremonia. En ese evento estuvieron altos funcionarios, además de Kishi Kazutoshi, autor de un libro sobre su historia, y Sakano Hisako, sobrina del profesor Ueno.
El perro falleció el 8 de marzo de 1935, a la edad de 11 años, todavía estaba en la estación ferroviaria. No encontraron los motivos de su muerte, pero algunos expertos señalan que esto pudo haber sido resultado de una infección de filaria y cáncer.
Publicada originalmente en El Sol de Puebla