La noche de este martes se registró un sismo de 7.1 grados en la Ciudad de México, en ese sentido este fenómeno natural además de tener una magnitud determinada, también se tienen dos características que son catalogados como temblores con movimientos oscilatorios y trepidatorio.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), un sismo puede contener un movimiento oscilatorio o trepidatorio, es decir, las ondas sísmicas se propagan a todas direcciones provocando un movimiento horizontal y vertical.
Temblor oscilatorio
Un sismo oscilatorio cuando el movimiento es horizontal, es decir, cuando se produce una especie de balanceo, cuando se siente que la tierra se mueve de un lado a otro como una mecedora.
Los componentes de las ondas sísmicas se atenúan mientras se expanden y al llegar a suelo blando, el movimiento horizontal se amplifica y es por eso que se le llama movimiento oscilatorio.
Temblor trepidatorio
Las ondas sísmicas se propagan en todas direcciones, provocando el movimiento del suelo tanto en forma horizontal como vertical. En los lugares cercanos al epicentro, la componente vertical del movimiento es mayor que las horizontales y se dice que el movimiento es trepidatorio.
“En los lugares cercanos al epicentro, la componente vertical del movimiento es mayor que las horizontales y se dice que el movimiento es trepidatorio. Sin embargo, al ir viajando, las componentes de las ondas sísmicas se atenúan y al llegar a un suelo blando, como el de la Ciudad de México, las componentes horizontales se amplifican y se dice que el movimiento es oscilatorio”, explica el SSN.
Lo cierto es que los movimientos de la tierra durante un sismo son complejos y no se pueden dividir en oscilatorios y trepidatorios, sino que se clasifican científicamente en ondas sísmicas.
Origen de un temblor
Un sismo es un rompimiento de rocas en el interior de la tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento de la tierra.
Estos desplazamientos aleatorios de las placas son debidos a movimientos en la capa intermedia de la Tierra o manto, esto es, material caliente del interior de la Tierra sube a la superficie liberando calor interno, mientras que el material frío baja al interior.
Este fenómeno provoca el movimiento de las placas y es justo en los límites entre placas, donde hacen contacto unas con otras, se generan fuerzas de fricción que mantienen atoradas dos placas adyacentes, produciendo grandes esfuerzos en los materiales.
Magnitud e intensidad de un temblor
Son escalas para medir el tamaño o el impacto de un temblor. La escala de magnitud se obtiene de forma numérica a partir de registros obtenidos por sismógrafos y está relacionada con el tamaño y la energía liberada durante un temblor. La escala de intensidad se asigna en función a los daños o efectos causados a las personas y sus construcciones.
Información preliminar en la magnitud de un temblor
Como resultado, la magnitud preliminar se basa en el cálculo de datos procedentes de un número reducido de datos. A medida que se encuentra disponible información adicional y ésta es procesada, la magnitud del evento se recalcula y se actualiza continuamente. Algunas veces la magnitud varía ligeramente del primer valor reportado debido a este ajuste.
Este procedimiento se lleva a cabo con el propósito de obtener información sobre el evento lo más pronto posible, sobre todo si se trata de un sismo de magnitud considerable.