El salón La Fiesta fue un ícono de la vida nocturna en Ciudad Juárez a mediados del siglo XX, fue el primer cabaret de la ciudad, inaugurado en 1954; logró atraer rápidamente la atención de los juarenses por sus elegantes instalaciones, comida y espectáculos.
Se cuenta que celebridades como María Félix y Pedro Armendáriz llegaron a visitar el lugar y fueron vistos en su momento disfrutando del ambiente festivo que era popular en el lugar.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
Un pedazo de historia
En una época en la que Ciudad Juárez era conocida como una ciudad nocturna por la vibrante vida que bares y cabarets le daban a la ciudad, La Fiesta resaltó entre tantos lugares por ser testigo de miles de noches de baile, risas y música en vivo.
Era, además, considerado como un lugar de lujo, donde por regla los hombres debían vestir de traje y las mujeres debían acudir usando vestidos largos para poder acceder al sitio.
El paso del tiempo, como a muchas otras cosas y lugares en la ciudad, cobró factura y por motivos sociales y culturales La Fiesta se vio abandonado, entrando en un periodo de decadencia hasta ser cerrado en 1972, siendo para muchos que lograron asistir al cabaret, solo un recuerdo más.
Una segunda vida a La Fiesta
Fue el empresario Francisco Yepo quien en 2015 compró el edifico con el objetivo de reconstruirlo y traer a la vida de la manera más similar posible la vida galante de los años 50’s, pues la idea de este era modernizar el concepto del salón a un restaurante bar, con el objetivo de hacer algo parecido a antaño que fuera accesible para todos.
Su verdadera planeación y restauración no fue sino hasta los años 2019-2020, logrando finalmente en febrero de 2020 la apertura del restaurante, donde asistieron representantes del Gobierno de El Paso y Juárez a una cena que consistía en platillos mexicanos como chiles rellenos con nopales y un tradicional postre de arroz con leche, disfrutando además de un espectáculo de bailes folclóricos típicos de distintas regiones de la República.
Y aunque algunas piezas se perdieron o fueron robadas durante su abandono, el salón La Fiesta quedó renovado casi a la exactitud, siendo actualmente un sitio que logra rescatar la esencia de lo que un día fue y convirtiéndose de nuevo en una locación para turistas y juarenses que buscan de degustar un buen platillo o divertirse un poco.
Logra, sin dudas, la reparación rendir homenaje al pasado del salón de espectáculos y le brinda a Ciudad Juárez la oportunidad de seguir creando espacios de atracción para su economía y turismo.
Nota original de El Heraldo de Juárez