La secta NXIVM sigue en el ojo del huracán, ahora con la salida de la segunda parte de la serie documental “The vow”, en HBO Max, producida por Jehane Noujaim y Karim Amer. En NXIVM participaron de una u otra manera muchos miembros notables de la vida social y política de México, incluyendo a la familia LeBarón, residentes del norte del estado de Chihuahua.
NXIVM es una organización de marketing multinivel que fue condenada por la justicia estadounidense en 2019 por tráfico sexual, esclavismo y crimen organizado. Fue fundada en 1998 por Keith Raniere y llegó a tener miles de socios principalmente en Estados Unidos y, tristemente, en México.
Los miembros mexicanos de la secta, pertenecían a altas esferas de la vida social y política de nuestro país, y tuvieron diferentes papeles, unos más y otros menos involucrados en los crímenes que destruyeron la imagen de esta agrupación empresarial, ahora llamada secta.
La amplia lista de mexicanos que tuvieron alguna relación con NXIVM incluye a los hijos del expresidente Salinas y Rosa Laura Junco, hija del dueño del periódico Reforma, y a ellos se suma la familia LeBarón, quienes aparecieron en un documental de Raniere que se usó para promocionar los métodos de la secta.
“Encender el corazón”
Se trató de una película dirigida por el cineasta sudafricano Mark Vicente, quien en aquel entonces era uno de los miembros de la secta más cercanos a su Raniere, y posteriormente se convirtió en uno de sus principales denunciantes.
La película “Encender el corazón” busca retratar a violencia de nuestro país en el año 2009, y presentar a los LeBarón como víctimas de ella, que eligen enfrentarla de manera pacífica, con el respaldo y consejo de Raniere.
En el documental, Raniere celebra la decisión de Julián LeBarón de no pagar el rescate por su hermano Benjamín quien había sido víctima de secuestro y fue asesinado en las afueras de Galeana. Raniere se muestra como un consejero de LeBarón y lo insta a enfrentar la violencia pacíficamente y recuperar su hogar.
Cuando los escandalosos secretos de NXIVM salieron a la luz, Mark Vicente, director del documental afirmó que éste había sido un medio de propaganda y reclutamiento para la secta. Aunque originalmente había sido planeado con un instrumento de denuncia contra la violencia.
Después de eso, en mayo de 2019, Julián LeBarón dijo ante los medios de comunicación que nunca aceptó que la película fuera utilizada como herramienta de reclutamiento de ningún tipo. Por lo que no fue su intención servir para darle renombre y publicidad a NXIVM. Y finalmente se deslindó por completo de toda relación con Raniere.
Al parecer, los LeBarón fueron víctimas de un engaño, al igual que muchos de los miembros de la agrupación que participaban en ella desconociendo las brutales prácticas de esclavitud y dominación sexual que se practicaban alrededor de Raniere.