Con la llegada de la temporada invernal a nuestro país, vienen los frentes fríos, los cuales provocan desde lluvias hasta nevadas y disminución de la temperatura, causando que estemos más expuestos a contraer virus respiratorios; el cierre de carreteras por la nieve e incluso que las tuberías se revienten por el agua congelada.
La temporada de invierno termina el 20 de marzo para dar inicio a la primavera, pero esto no significa que los días fríos se acaben, pues aún quedan los frentes fríos de abril y mayo. Esta temporada, habrá aproximadamente 51 frentes fríos en total, por lo que aún no es tiempo de guardar tus chamarras, pues aún falta tiempo para tener días cálidos en la entidad.
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¿Cuándo inician los frentes fríos?
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), informó que el primer frente frío de la temporada en el país sería el 21 de septiembre del año pasado. La mayor parte de los frentes fríos que llegan a México, se producen muy cerca del polo norte. Luego de pasar por Estados Unidos, los frentes fríos cruzan el territorio nacional, de noroeste al sureste, y según la época del año y su localización geográfica, pueden prolongarse de entre tres hasta siete días.
¿Cuándo es el último frente frío?
La temporada de frentes fríos en nuestro país es de septiembre a mayo, aunque la frecuencia puede variar, al igual que su duración, pero en promedio se registran alrededor de 51 frentes frío al año, la mayoría dentro de la temporada de invierno.
De acuerdo al Sistema Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aún nos esperan 21 frentes fríos, por lo que no es un buen momento para guardar la ropa de invierno. El pronóstico del SMN indica que en el mes de febrero habrá 7 frentes fríos; en marzo 7, 6 en abril y 1 en el mes de mayo.
¿Qué es un frente frío?
Un frente frío es “la parte delantera de una masa de aire polar, la cual provoca un descenso en la temperatura en la zona por la que pasa”, esto, de acuerdo a información de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
Este fenómeno meteorológico se forma cuando una masa de aire frío choca con una masa de aire caliente, que, al ser más densa, el aire frío se introduce debajo del aire caliente, generando un movimiento y provocando inestabilidad en la atmósfera de esa zona.
Con la llegada de un frente frío, lo más común es que se registren precipitaciones, como nieve, aguanieve y lluvias; humedad, nubosidad, disminución de la temperatura, y vientos fuertes del norte a sur. Cuando el cielo comienza a despejarse, significa que una nueva masa de aire gélido se instaló, provocando una mayor disminución de la temperatura.