La capacidad de un ser humano para resistir sin dormir varía ampliamente según el individuo y las condiciones. Sin embargo, la ciencia ha establecido ciertos límites aproximados basados en estudios y observaciones. La privación del sueño tiene efectos profundos en el cuerpo y la mente, y aunque algunas personas han intentado experimentar con períodos prolongados sin dormir, los riesgos asociados son significativos.
En condiciones normales, la mayoría de las personas pueden experimentar síntomas de privación del sueño después de 24 horas sin dormir. Estos síntomas incluyen deterioro en la concentración, el juicio y el tiempo de reacción. Después de 36 horas, el cuerpo comienza a sufrir más severamente, presentándose problemas de coordinación, memoria y mayor irritabilidad.
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A las 48 horas sin dormir, el cerebro empieza a mostrar signos claros de disfunción. Las micro-siestas, o lapsos breves e incontrolables de sueño, son comunes en este punto. Estas micro-siestas pueden durar de unos pocos segundos a unos minutos y ocurren sin que la persona se dé cuenta, lo cual es extremadamente peligroso, especialmente si se está realizando una actividad que requiere atención constante, como conducir.
¿Cuál es el récord mundial sin dormir?
El récord mundial oficial de tiempo sin dormir lo ostenta Randy Gardner, quien en 1964, a la edad de 17 años, logró mantenerse despierto por 264 horas (aproximadamente 11 días) para un proyecto de feria de ciencias. Durante este período, Gardner fue monitoreado por investigadores que documentaron los efectos adversos en su salud física y mental. Aunque sobrevivió sin daños permanentes, experimentó graves alteraciones cognitivas y alucinaciones.
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El impacto de la falta de sueño prolongada es devastador para la salud física. La privación del sueño afecta el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades. También puede provocar problemas cardiovasculares, debido a la elevación de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y desregulación del azúcar en la sangre, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2.
Mentalmente, la privación del sueño afecta gravemente el estado emocional y cognitivo. Puede llevar a problemas de ansiedad, depresión y psicosis en casos extremos. La falta de sueño interfiere con la capacidad del cerebro para procesar información y consolidar recuerdos, lo cual es crucial para el aprendizaje y la memoria. Esto explica por qué el rendimiento académico y laboral se ve tan perjudicado cuando no se duerme lo suficiente.
¿Cuánto tiempo es el recomendable para dormir?
El sueño es esencial para la función cerebral óptima y la salud general. Los expertos recomiendan que los adultos duerman entre 7 y 9 horas por noche para mantener un buen funcionamiento físico y mental. La privación crónica del sueño, aunque no tan extrema como la privación total, también tiene efectos acumulativos que pueden ser igualmente dañinos a largo plazo.
Aunque es posible que una persona aguante varios días sin dormir, las consecuencias para la salud física y mental son severas y potencialmente peligrosas. El cuerpo humano necesita dormir para repararse y mantener todas sus funciones en equilibrio. La falta de sueño, tanto aguda como crónica, debe ser evitada para asegurar una vida saludable y funcional.
Publicada originalmente en El Sol de Parral