La cueva del Chiquihuite, ubicada en el norte de México, al parecer fue visitada por humanos 30 mil años atrás, lo que plantea una incógnita, quiénes eran, ya que la datación que se tenía indica que la gente de Clovis fue la primera en la zona 15 mil años antes. Sin embargo, la evidencia encontrada apunta que la presencia del hombre en América es más antigua de lo que se creía.
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El descubrimiento creará mucho debate, señala Eske Willerslev, coautor del estudio científico de ADN del St, John’s College de la Universidad de Cambridge. Agrega que la zona antes mencionada es el primer sitio que fecha la llegada de personas al continente, ubicando el acontecimiento 15 mil años antes de lo que se pensaba.
La expedición que dio con herramientas y restos de animales de considerable antigüedad fue liderada por Ciprian Ardelean, cuya principal adscripción es en la Universidad de Zacatecas.
¿Qué encontraron dentro de la cueva?
La cueva que se encuentra alrededor de unos 9 mil pies del mar contenía 2 mil herramientas de piedra, además, había restos de plantas y animales cuya datación por el radiocarbono arrojó 25 mil o 30 mil años de antigüedad.
A través de ADN se pudo identificar una amplia gama de animales como osos negros, roedores, murciélagos, incluso canguros, indicó el genetista Mikkel Winther Pedersen de la Universidad de Copenhague.
Además, surgió el cuestionamiento ¿a quién pertenecían las herramientas y los animales? Los encargados de llevar a cabo el estudio no tienen idea, ya que no se encontraron restos humanos en la zona.
Era probablemente usada como refugio
Debido a lo anterior se piensa que el lugar no fue ocupado continuamente, sólo como refugio en ciertas épocas del año para protegerse del frío o las tormentas.
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Por su parte el genetista David Reich de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts, dijo: Sigue sin haber evidencia genética convincente de una presencia humana anterior a los 15 mil años”. Sin embargo, Ardelean, propone que las primeras poblaciones no sobrevivieron lo suficiente para contribuir al acervo genético.