Dentro de todas las cosas que vuelven única a la ciudad de Parral se cuentan lugares como la Puerta del Tiempo, la emblemática Mina La Prieta, el Palacio Alvarado, la Casa Griensen o la Casa Stallfort, lugares en los que es fácil perderse en el tiempo y nos hacen admirar la belleza de Parral.
Parral es sinónimo de trabajo y cultura. A lo largo de los años nuestra ciudad ha logrado posicionarse como un destino turístico difícil de olvidar, para ello, se han impulsado obras que precisamente tienen la misión de atraer visitantes quienes nos hacen el favor de llevar la publicidad de boca en boca de las maravillas que ofrece Parral. Pero no todas las obras planeadas para este fin han tenido éxito... aunque todas hacen gala de una gran creatividad hay algunas que aunque en su tiempo fueron muy populares, actualmente han sido relegadas al olvido a pesar de ser proyectos ambiciosos, hagamos un pequeño recorrido por ellas:
La Escalada del Adoquín
Esta es una de las obras parte del llamado Millenium III proyecto que vio la luz en en el año 2000. La Escalada del Adoquín, situada a las faldas del cerro de La Antena, fue construida principalmente con la intención de brindar un espacio para quienes gustan de realizar actividad física o deleitarse con la vista panorámica que ofrece este lugar.
Aunque la cantidad de personas que gustan de ejercitarse en el cerro de La Antena no ha decaído, la obra sí, actualmente luce deteriorada a causa de la falta de mantenimiento, además del crecimiento de maleza vuelve el camino intransitable en algunas partes sin olvidar que al ser un cerro suelen salir animales peligrosos como las víboras, lo que vuelve aún más inestable el lugar, aunado a la mala voluntad de las personas que con libertad han quebrado las piezas grabadas.
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Para habilitar este espacio, se puso a la venta piezas de adoquín, con la intención de que las personas, comercios o empresas grabaran su nombre y plasmar en ello la historia de los primeros dos mil años de nuestra era.
Llegando a la pendiente más grande, se puede percibir la destrucción de al menos 171 piezas de adoquín, ya que la cuenta termina en el año 675 y comienza en el 846, es por ello que se encuentra a merced de actos vandálicos debido a que no existe una autoridad que vigile el lugar, así que entre el vandalismo, la maleza y las rocas por el desgajamiento de los cerros, han quedado por al menos 400 años de historia sepultados.
Muro del Milenio
Un lugar que por tradición los parralenses conocen como la “Plaza del Mundo o Coca-Cola”, contiene datos históricos en el denominado “Muro del Milenio”, éste es otra de las obras contempladas para el proyecto Millenium III, un histórico muro con diversas piezas de mármol donde están inscritos nombres de parralenses que nunca olvidan el lugar que los vio crecer, además a lo lejos se ve un árbol frondoso, llamado “Árbol de la Fraternidad Parralense”, un centenario álamo, testigo del devenir histórico, pues es el único superviviente tras las crecientes del “Río San Gregorio”; en 1889, cuya tierra concentrada en una gran poza, es enviada desde donde hay parralenses dispersos por el mundo, hoy luce en completo abandono ya que ha sido objeto de actos vandálicos, debido a que algunas placas fueron sustraídas del lugar.
Éstas obras, junto con la Puerta del Tiempoy la Plaza del Quijote, fueron obras contempladas para el proyecto Millenium III, en el año 2000, durante la administración municipal de Miguel Jurado Contreras.
La "Plaza del Mundo, o Coca-Cola" está ubicada a un costado de la vialidad del río, si bien es cierto, el predio, es propiedad del Municipio, la empresa multinacional de refrescos contribuyó en aquel entonces a la realización del proyecto, es por ello que se encuentra una figura grande de un refresco, principal producto de esta empresa.
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En el lugar se concentran detalles históricos de Parral, que muchas veces pasan desapercibidos, como el Muro del Milenio, el cual está hecho a base de concreto, ladrillo, algunas rocas como el mármol en donde están grabadas con nombre y lugar donde radican algunos parralenses que nunca olvidan esta tierra que los vio nacer.
El Paso, Texas; Chihuahua capital; Ciudad Juárez; Las Cruces; Nuevo México; Sonora; Monterrey; Dallas, Texas, son algunos lugares en donde radican los parralenses, que antes de retirarse de su terruño dejaron su nombre grabado en una roca, al centro del muro luce una placa deteriorada cuya inscripción es “Ser hombre de fe y de principios”.
A simple vista un mundo permanece vigilante y, ¿cómo no?, si desde antaño a Parral se le denominó “La Capital del Mundo”, rodeándolo se encuentra una estrella, y en cada uno de sus ejes así como de un muro en color rojo están plasmadas las manos de algunos parralenses entre niños y adultos.
Pareciera que a la vista no habría otra cosa qué resaltar de este emblemático destino, pues debido al deterioro y al olvido en el que se encuentra, solo un pequeño cuarto que funciona como bodega de libros es el que da vida a este lugar.
Pero en este lugar también existe algo digno de admirar, un regalo de la naturaleza que sobrevive al paso del tiempo, se trata del “Árbol de la Fraternidad Parralense”, un centenario álamo, testigo del devenir histórico parralense, y único superviviente en ese margen, tras las crecientes del Río San Gregorio; en 1889, durante la administración de don Agustín San Ginés.
La tierra que dentro de una gran poza sustenta el álamo, es enviada desde donde se encuentran los parralenses dispersos por todo el mundo, es por ello que más de uno atribuye su vitalidad al cariño y amor de los paisanos.
Hoy en día estos lugares lucen solitarios y en el olvido, en uno, los escalones que con gran emoción solíamos subir y al mismo tiempo ir leyendo a modo de línea del tiempo los sucesos históricos más importantes en el mundo actualmente está descuidado y muy destruido, alejado totalmente de su objetivo principal de embellecer nuestra ciudad, y en el otro, la Plaza del Mundo, a pesar que se trata de mantenerla en condiciones, pocas personas la visitan, debido a la falta de estacionamiento y de promoción turística, incluso en ocasiones ha llegado a ser vandalizada también con pintas de grafitti, por lo que estos espacios se encuentran a la espera de ser incluidos en el interés público, para que la vida les regrese, lo que el olvido les arrebató.
Nota publicada en: El Sol de Parral