México está conformado por una rica diversidad de pueblos y comunidades indígenas dueños de un gigantesco legado histórico y cultural, sólo en el Estado de Chihuahua conviven cuatro grupos étnicos que habitan estos territorios desde tiempos inmemoriales, estos grupos son: los Tarahumaras, Pimas, Guarijío y Tepehuanes del norte.
Segun datos del INEGI, en la actualidad, son aproximadamente 110 mil personas, de las cuales el 90 por ciento son tarahumares o “rarámuri”, el 8 son tepehuanos u “ódames”, el 1 son guarojios o “makuráwe” y el uno restante pertenecen al pueblo pima, oichkama u“o'oba”. La población indígena que habita en las comunidades serranas vive en asentamientos dispersos. De las 6 mil 998 comunidades registradas, el 86 por ciento tienen menos de 50 habitantes y están ubicadas en territorios de difícil acceso, aquí te contamos sobre su historia:
Tarahumaras
Éste es el grupo más numeroso de las cuatro etnias existentes en el estado, los tarahumaras, quienes se llaman a sí mismos rarámuri o ralámuli, proceden de grupos nómadas migrantes hacia el sur que se dispersaron en la región noroeste, para la agricultura. En este sitio, el primer contacto con los conquistadores fue en el año 1603, con el padre jesuita Joan Font. Los grupos existentes en ese momento eran tarahumaras, chínipas, guarijíos y guazapares, pero los misioneros identificaron a todos como tarahumaras.
Como en otras regiones, a su llegada, los jesuitas impusieron una política de reducción de los asentamientos dispersos indígenas a los pueblos de misión, con fines de catequización y concentración de mano de obra para las minas y haciendas agrícolas, pero que tuvo poco éxito. En el siglo XVII el resultado fueron numerosos levantamientos; junto con los pimas, los tarahumaras quemaron más de 20 misiones jesuitas.
Los Tarahumaras habitan la parte de la Sierra Madre Occidental que atraviesa el estado de Chihuahua y el suroeste de Durango y Sonora. Comparten este territorio con los tepehuanes, pimas, guarojíos y mestizos. De los grupos originarios de la región es el más numeroso y habita un espacio más amplio que los demás, por lo que a su territorio también se le denomina sierra Tarahumara.
Pimas
Los Pimas se nombran a sí mismos "o´ob", que significa "la gente, el pueblo". Con el término Pima se designa a un conjunto muy variado de sociedades indígenas, como los pimas del desierto, los pimas de la sierra, o los pimas gileños. Es decir se refiere a los pimas bajos, quienes ocupan la zona serrana.
A este grupo étnico se le designa como la rama serrana de los pimas bajos, habitan en una área que comprende parte de los municipios de Moris, Ocampo, Madera y Temósachic en Chihuahua y porciones de los de Sahuaripa, Arivechi, Rosario, Onavas y casi todo Yécora, en Sonora. En la época en que se dieron los primeros contactos con los españoles, las tribus del centro de Sonora tenían gran movilidad territorial.
Estos pimas migrantes aceptaron pronto las enseñanzas de los jesuitas, que arribaron a Bamoa en 1519. Entre 1622 y 1634 los jesuitas establecieron iglesias en Onavas, Movas, Nuri y Tónichi. Durante el siglo XVII se suscitaron varios enfrentamientos entre pimas y españoles que frenaron la acción evangelizadora de los jesuitas, quienes habían establecido misiones en Yécora y Maycoba en 1670.
Guarijío
Se autodenominan guarijós (warihó) en Chihuahua. Su idioma pertenece a la familia lingüística yuto-nahua, de esta lengua se reconocen dos variantes que representan un vínculo entre el tarahumara y el mayo, guarijío o guarijó significa "gente" o "las personas que hablan la guarijía".
Habitan una región accidentada en las estribaciones de la Sierra Madre Occidental, en los límites estatales de Chihuahua y Sonora. Se estima que el territorio donde habitan los guarijíos es el mismo que ocupaban a la llegada de los españoles, abarca los municipios de Uruachi, Chínipas y Moris en Chihuahua, y de Álamos, Quiriego y Rosario en el estado de Sonora.
Son descendientes de las bandas que procedían del suroeste de lo que actualmente son los Estados Unidos y que se establecieron al noroeste de México, en la zona conocida como Baja Tarahumara, del ahora estado de Chihuahua, donde vivían de la caza y la recolección.
Tepehuanos del norte
Poco antes de la conquista española, la etnia ódami o tepehuanos del norte, era la más extendida territorialmente hablando, en lo que hoy es el norte del país. El proceso de colonización española del territorio ódami estuvo estrechamente relacionado con la búsqueda de minas y el consecuente establecimiento de pueblos españoles y mestizos alrededor del complejo minero, habitan principalmente en Guadalupe y Calvo, Morelos, Guachochi y otras localidades de la región serrana al suroeste del estado de Chihuahua.
Sus principales líderes fueron ahorcados y la población tepehuana reducida a las misiones. En las primeras décadas del siglo XX, la minería comenzó a decaer y tres hechos marcaron significativamente la historia de esta población indígena; la explotación forestal, la dotación de tierras en forma de ejidos, muchos de ellos forestales y por último, el notable incremento de la población mestiza, que aumentó en sitios antes habitados única o mayoritariamente por indígenas.
La explotación forestal se convirtió en la actividad fundamental de esta región. A partir de la segunda década del siglo XX, se constituyeron ejidos forestales en la mayor parte del territorio serrano.
En el año 1972, los pueblos indígenas comenzaron a integrarse en la industria forestal, la mayoría como peones asalariados, lo cual produjo cambios como son la sedentarización y la concentración de la población que trabaja de manera permanente en los aserraderos.
Los grupos étnicos en el estado se encuentran mayormente en el área rural, pero debido a las precarias condiciones y fuentes de trabajo muchos han optado por emigrar a la ciudades en busca de mejores oportunidades, ¿te ha tocado conocer a alguno?
Publicado en: El Sol de Parral