Para nadie es fácil perder a su mejor amigo y menos cuando además de todo te dio tantos años de amor y compañía incondicional. Quizá uno de los días más duros de tu vida ocurrirá cuando tengas que tomar la decisión de dormir a tu mascota por alguna razón ajena a tus manos, o simplemente saber que su tiempo de vida ya terminó, para brillar en el firmamento como una estrella más.
Cualesquiera que sea el escenario en el que te encuentres muy probablemente tengas que ocuparte de sus restos. De manera que si tu ‘lomito’ fue más que un animal de compañía, existen muchos rituales fúnebres para despedirlo y que su presencia no se desvanezca del todo. Te contamos.
Enterrarlo en casa
Muchos amos no desean mandar a sus mascotas a panteones lejanos y prefieren tenerlos cerca en casa de algún modo. Pero para poder hacer esto, el veterinario debe certificar que el animal no murió de una enfermedad contagiosa como -salmonella o parvovirus-, que pueda salirse de control y afectar el ecosistema de tu casa y alrededores, generando algún tipo de peste o plaga. Si a pesar de todo insistes en llevarlo contigo lo mejor es practicar una autopsia para retirar sus órganos que se descomponen rápidamente y depositarlo en una caja a varios metros de profundidad. Esto puede llegar a costarte alrededor de 10 mil pesos por los trámites y servicios póstumos.
Ceremonia ecológica
Recientemente se ha migrado el concepto de la muerte fuera de las urnas y los cementerios, para llevarlos al mundo de la jardinería. Resulta que en varias funerarias cuentan con este servicio de preparar los restos de nuestras mascotas junto con otros materiales orgánicos, transformándolos en abono para árboles y flores, dando la posibilidad de germinar vida ahí donde pudiera quedar dolor únicamente. Estas opciones están diseñadas para que los dolientes padezcan mucho menos el luto y el recuerdo de su ser amado se convierta en otra forma viviente. Los costos dependen en gran medida del volumen del animal pero en promedio es de 3 mil a 5 mil pesos.
Incineración colectiva
A veces sucede que los tratamientos de nuestra mascota o los altos costos de la vida cotidiana nos empujan a buscar opciones más económicas para desprendernos de ellos, pero eso no quiere decir que signifique menos. Si es el caso, puedes acudir a los Centros Antirrábicos locales o municipales, en donde por una pequeña cuota, el equipo se hace cargo del cuerpo para cremarlo junto con otros animales, -pero debes estar consciente de que no te devuelven las cenizas-. Los costos van desde 500 a 1200 pesos.
Incineración individual
Si por el contrario tu familia requiere llevarse las cenizas de tu mascota existen muchas opciones y planes funerarios para disponer de sus restos. La incineración individual va de los 2500 a 4 mil pesos y en algunas empresas incluye la urna, mientras que en otras es por separado, según la clase de materiales es el precio final. Los contenedores más sencillos de madera simplemente barnizados van de los 300 a los 800 pesos, mientras que las urnas de cerámica y metal oscilan entre los 1600 y 1900 pesos.
Otros servicios
Algunas empresas funerarias ofrecen acompañamiento a los dolientes para que la pérdida sea más ligera, sobre todo cuando las mascotas vivieron con sus dueños muchos años y fueron su única compañía, como es el caso de personas invidentes con sus lazarillos o adultos mayores que se quedaron solos con sus animalitos. En la mayoría de los casos hay facilidades de pagos para que no sea tan pesado el proceso.
Te dejamos estas recomendaciones para que consigas la mejor experiencia en esos momentos difíciles.
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