Durante las últimas semanas, se han reportado incendios en diferentes cerros de la ciudad de Chihuahua, como el Cerro Coronel, también llamado Guahuachic; los Picos de la Luna en la Sierra de Nombre de Dios, y el Cerro Grande, al sur de la Capital, los cuales han sido causados por el factor humano, de forma accidental o incidental.
El caso del incendio en el Cerro Coronel, fue denunciado vía redes sociales por el colectivo Salvemos los Cerros de Chihuahua, SLC, como un ataque al esfuerzo de reforestación en el área que la agrupación protege desde hace varios años.
Fue el pasado sábado 13 de mayo de 2023, cuando alertaron: “Atentado contra la zona reforestada del mirador del Cerro Coronel Guahuachic. Dos días después de la reforestación de este icono de la identidad chihuahuense, sujetos desconocidos prendieron fuego a la zona con la intención de destruir los avances de la comunidad chihuahuense. Estamos muy enojados. Responsabilizamos a las autoridades locales por abandonar este sitio. Vamos a tomar las medidas necesarias para denunciar a los responsables del gobierno por omisión e incompetencia para la protección de este sitio”.
A la publicación anexaron un video de la zona quemada, en la que se veía el pasto carbonizado, y las plantas cubiertas del hollín que dejó el incendio.
Así mismo, durante los últimos días de abril de 2023, se apreciaron incendios en distintos puntos de la Sierra de Nombre de Dios, en el Cerro El Colorado; y también, en el Cerro de las Grutas. Fue el 26 de abril cuando quedó documentado en una fotografía tomada por un vecino de la colonia Quintas Carolinas, evidenciando las llamas que se observaban como un anillo de fuego a la distancia.
Por parte del colectivo Keyah, David Hernández, refirió la denuncia de incendios generados en el Cerro Grande que se relacionan con actos delictivos, como el robo de cobre.
Mencionó que en la cuestión de los fuegos e incendios, los habitantes de Chihuahua Capital viven en una zona de pastizal semi árido, que genera mucho pasto seco, en este tipo de lugares, hay veces en las que el ecosistema necesita un régimen de fuego para matar cierto tipo de vegetación. En otros países, la gente que hace manejo de pastizales, hace quemas controladas.
“Ese no es el caso de Chihuahua, aquí hay causales diferentes, que son humanos. Lo que hemos visto, es que algunos son voluntarios y otros incidentales. Hubo un reporte en el Cerro Grande, de personas que se juntan a quemar cobre todos los días, y en una de esas se les salió de control”, explicó David.
En ese sentido, abundó que es bastante grave el problema, porque muchos casos son por personas que roban cables con alambres de cobre. Posteriormente se van al monte, al cerro, a hacer la quema de la parte plástica del cable, para obtener el cobre, y luego lo venden por kilo.
“Esa es una de las causas que es muy común que pase eso. Hay otras causas, de personas que hacen las quemas buscando acabar con especies endémicas, por cuestiones de proyectos de desarrollos habitacionales, de los que van a hacer el estudio del impacto ambiental, queman el predio, por si hay algún tipo de planta que esté protegida, se queme y no salga en el estudio”, refirió el defensor del medio ambiente.
Agregó que en los menos de los casos, hay otras personas que hacen las quemas de los terrenos baldíos, que son cercanos a la ciudad, porque el reglamento de Desarrollo Urbano obliga a tener limpios los predios.
“Para los dueños de terrenos es más sencillo aventar un cerillo prendido y quemar el pasto y basura, que pagar a una persona que entre con un güiro y todo el equipo, para que limpie el terreno. Son varios factores, pero sí son humanos, prácticamente todos. Cuando hay quema dentro del ecosistema, es cuando nubes y no llueve. Cae algún rayo y es lo que desencadena el fuego, lo natural es eso. Ese fuego es parte normal y natural de su régimen, pero en Chihuahua, para nada sucede eso”, añadió.
A todo lo anterior, David Hernández destacó que entre la cultura de los chihuahuenses, hay una mentalidad de que hay que quemar la hierba, lo que agrava la situación de los incendios en predios y terrenos, que aunque puedan tener buenas intenciones, los resultados suelen no ser favorables para el ecosistema y las especies que viven en él.