Cuando pensamos en aguas termales en el territorio chihuahuense generalmente lo primero que se nos viene a la mente son aquellos sitios ubicados en la región desértica del estado, como el complejo de Los Filtros en Camargo y el Ojo de Dolores en Jiménez; sin embargo, entre los pinos y montañas de la Sierra Tarahumara también es posible encontrar estas maravillas de la naturaleza, por lo que aquí te contamos más sobre ellas y dónde se encuentran.
Al ser una región escarpada, llena de barrancos y bosques frondosos que se mantienen verdes a lo largo del año, la sierra de Chihuahua es bastante húmeda y en ella existen numerosos cuerpos de agua dulce, como ríos caudalosos y cascadas que se precipitan desde una gran altura.
Por eso, no es de extrañar que también posea sus propios manantiales donde el agua caliente brota directo desde el subsuelo, entre los suelos fértiles rodeados de álamos y encinos. Y de entre todos ellos hay uno que ha sido habilitado como balneario de aguas termales, donde los visitantes pueden relajarse y disfrutar las vacaciones de sus sueños.
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¿Dónde quedan las aguas termales de la sierra en Chihuahua?
Si bien, a lo largo de la Sierra Tarahumara existen diversos cuerpos de agua, hay dos de ellos que han sido habilitados y explotados como sitios turísticos, uno de ellos está en Guachochi y el otro muy cerca de Creel, ambas localidades turísticas de las más concurridas en el estado.
La primera de ellas es el balneario Ojo Caliente, en el llamado “Corazón de la Sierra Tarahumara”, un complejo de cuatro albercas ubicado a 64 kilómetros por la carretera Guachochi-Creel, saliendo de la cabecera municipal, más otros 19 km por un camino de terracería.
Para llegar desde Parral se puede partir por la carretera a Balleza, partiendo de El Granillo y viajando por aproximadamente dos horas y 30 minutos hasta llegar a Guachochi. La distancia es de 196 kilómetros por carretera.
Mientras que en el poblado de Creel, localidad turística perteneciente al municipio de Bocoyna, se encuentran localizadas las aguas termales más famosas de la Sierra Tarahumara, se trata del cañón de Recowata, donde las aguas de manantial desembocan en una serie de albercas escondidas entre las barrancas.
Dicho lugar está a solo 15 kilómetros de Creel y para acceder es necesario recorrer tres kilómetros a pie, internándose en el bosque y descendiendo hasta el fondo de la Barranca de Terarecua, por lo que antes de planear tu visita, asegúrate de llevar ropa y calzado cómodo.
Si visitamos el balneario de Recowata desde la capital del estado se debe tomar la salida rumbo a Cuauhtémoc, para luego tomar la Carretera Federal 16 que pasa por Santa Isabel y La Junta. Al cabo de unas tres horas de viaje estaremos llegando a Creel, y ya de ahí es aproximadamente una hora de trayecto hasta las aguas termales. Mientras que, si viajamos desde Parral, la ruta más sencilla es siguiendo la carretera Vía Corta a Chihuahua y posteriormente, tomar el camino mencionado anteriormente.
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Conoce las actividades que puedes hacer en Recowata y Ojo Caliente
Además de darte un chapuzón entre sus aguas cristalinas, que se mantienen a 38 grados centígrados durante todo el año, en ambos lugares es posible realizar otras actividades en familia para vivir una aventura completa.
Primeramente, el balneario de Agua Caliente operado por el Comité de Turismo de Aboreachi es una opción ideal de relajación y hospedaje sencillo en un ambiente familiar, ya que cuenta con la opción de rentar cabañas o acampar en el lugar.
Posee además cuatro albercas de diferentes profundidades que permiten disfrutar sus aguas cristalinas, las cuales emanan directamente desde el cerro de manera natural. Por si fuera poco, a tan solo 500 metros del lugar se encuentra la Cueva de Agua Caliente, un enorme hueco en la montaña al que es posible llegar tras una breve caminata.
Mientras tanto el complejo turístico de Recowata, administrado por habitantes rarámuris del ejido San Ignacio, consiste en seis grandes depósitos de aguas termales escalonados sobre la ladera de una montaña, desde la cual brotan los manantiales que los alimentan.
El sitio se encuentra rodeado por un precioso bosque de pinos y cuenta con asadores al aire libre, además de cabañas en renta para quienes deseen disfrutar de una noche en contacto con la naturaleza. Además, tiene incluso su propio restaurante, en donde encontrarás platillos típicos de la región.
Nota publicada en: El Sol de Parral