“En los años 90, estaba trabajando en la PGR en el Palacio Federal de Chihuahua, donde nos quedábamos de guardia varias personas de diferentes estados como Jalisco, Oaxaca y de la capital, que en aquel tiempo existía el correo en la parte baja y nosotros nos encontrábamos en la parte alta, la primera vez que escuchamos algo raro éramos tres personas, una de ellas comentó que iba al servicio sanitario, eran como las ocho de la noche, a los 10 minutos regresa con los pantalones un poco a bajo y pistola en mano y diciéndonos: ‘cómo son gachos para que van y me golpean la puerta’, le contestamos que no habíamos sido nosotros, que no nos habíamos movido de nuestro lugar, ‘cómo no, me golpearon la puerta’, insistía, entonces fue cuando nos dimos cuenta que algo raro pasaba ahí”, narró M.O., sobre este hecho sobrenatural que vivieron.
“Me tocó a mí quedarme algunas veces solo y escuchaba pasos en las oficinas, ya que el piso era de madera y cuando alguien camina sobre él, la madera cruje, fui a checar los despachos y no encontré nada y el sonido seguía. En otra ocasión había unos detenidos en el Palacio, nos quedamos cuatro agentes para vigilarlos, dos se quedaron en la zona donde estaban los reos y yo con mi compañero nos quedamos por la entrada del calabozo, pusimos dos escritorios pegados a la puerta como seguridad, por cuestión de las personas que se encontraban encarceladas, por si iban a buscarlas, entonces nos recostamos cada quien en uno, como a la media noche las puertas se empezaron a mover, como si alguien las pataleara o las empujara con tal fuerza que movía los escritorios y pensamos que era gente que iba a rescatar a los prisioneros, nos asomamos, pero no había nadie y los golpes continuaban entonces sacamos a conclusión que había espíritus que rondaban las instalaciones, y sucedió varias veces ese tipo de acontecimientos extraños”, dijo M.O.
“Hace poco volví a la ciudad de Chihuahua, ya que soy de San Miguel El Alto, Jalisco, y me di cuenta que ya ha cambiado mucho el Palacio, pero le pregunté a uno de los vigilantes que si continuaban presentándose eventos sobrenaturales y me informó que se aparece una niña en la parte baja, y en la zona superior un hombre vestido de negro con un saco largo y sombrero de igual color”, relató.
FRASE:
“Si dejan una grabadora en la entrada del Calabozo una noche, al día siguiente se van a encontrar con algunas sorpresas al escuchar el audio”