Los refranes son portadores de la sabiduría popular sobre la vida cotidiana y seguro has escuchado uno que dice: “Febrero loco y marzo otro poco”, este dicho alude al clima impredecible de la segunda mitad del invierno, cuando se acerca la primavera.
Y es que en gran parte de México, en estas fechas suelen presentarse cambios bruscos en la temperatura, así como fuertes vientos. Particularmente, en la región Mesa Norte, es decir en el centro norte de nuestro país, que incluye a Chihuahua y a Durango, pueden presentarse rachas de vientos que superan los 100 kilómetros por hora.
Así que es aceptado popularmente que este dicho tiene que tener mucho de cierto. De acuerdo a estadísticas proporcionadas por Weather Spark que describen el clima promedio en Chihuahua a lo largo del año, durante el mes de febrero comienza un ascenso general en la velocidad de los vientos, que culmina entre los meses de marzo y abril, cuando el viento promedio es de 16 km/h.
De acuerdo al portal antes citado: “La parte más ventosa del año dura 4.8 meses, del 12 de enero al 6 de junio, con velocidades promedio del viento de más de 13.1 kilómetros por hora. El mes más ventoso del año en Chihuahua es abril, con vientos a una velocidad promedio de 16.3 kilómetros por hora.”
Los vientos de finales del invierno
Sin embargo, es probable que en febrero y marzo si se produzcan las ráfagas de viento más intensas, contrastando con lapsos de baja velocidad del viento. Ya que en la segunda mitad del invierno, los frentes fríos comienzan a interactuar con masas de aire cálido,
Esta interacción entre masas de aire con diferentes temperaturas causa grandes diferencias entre la presión atmosférica en diferentes regiones, lo que hace que el viento avance con fuerza de una zona baja presión atmosférica a una con alta.
El clima cambiante en febrero y en marzo obedece a la interacción entre masas de aire procedentes del norte y del sur del continente, sobre el territorio de Chihuahua. Mientras los frentes fríos y sus masas de aire polar, conocidos como “nortes” chocan violentamente con aire cálido de los anticiclones (áreas secas y alta presión de la atmósfera), lo cual genera desequilibrios que incrementan repentinamente la velocidad del viento.
Por ello, aunque la velocidad promedio del año no sea la máxima en febrero y en marzo, sí es una época de cambios bruscos y transición entre una estación muy fría, como el invierno chihuahuense, y la primavera. Por ello los chihuahuenses sabemos muy bien, que en estos meses tenemos que tener precauciones especiales ya que las tolvaneras y las rachas de viento de más de 100 km/h pueden ser realmente peligrosas, ya sea que estemos en la ciudad, o transitemos por carretera.