Un brillo inusual en la constelación de la Corona Borealis será visible en los cielos de la región a mediados de septiembre, debido a la explosión de una estrella supernova que ocurrió hace dos años y cuya luminosidad será repentina en este sistema solar.
Lo anterior lo expuso Miguel Ángel Niño, quien además de ser un conocido activista social en Camargo es Licenciado en Física y Matemáticas, con especialidad en Astronomía, por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Comentó que los astrónomos han estado pronosticando el suceso estelar desde 2022, cuando se registró la explosión, señalando que la constelación donde ocurrió esto es fácil de localizar, ya que, como dice su nombre, tiene la forma de una corona.
“Visiblemente son siete estrellas, pero ahí mismo, en esa constelación, va a haber un brillo repentino y eso es la llegada de la estrella que explotó hace alrededor de dos años… es por la distancia que existe entre nuestro sistema solar y esa estrella, por eso tarda dos años en llegar la luz”, explicó el entrevistado.
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Invitó a los habitantes de la región a ponderar la inmensidad de la distancia que existe entre cada estrella, ya que esto da una idea de lo gigantesco que es el universo, recordando que la velocidad de la luz es de 300 mil kilómetros por segundo.
Reiteró que será a mediados de septiembre cuando se podrá presenciar el brillo inusual en el cielo, lo cual no es más que la muerte de una estrella. En el universo, afirmó, es un fenómeno común, pues recordó que la última explosión de una supernova fue en 1604, en tiempos de Galileo Galilei.
El astrónomo italiano estaba construyendo su telescopio cuando, a simple vista, observó un brillo anormal y espectacular en el cielo. De hecho, todas las culturas antiguas registraron este evento en sus murales, como hicieron los nativos de la Sierra Tarahumara, en una montaña cercana a Guachochi, señaló Niño.
Por último, señaló que los habitantes de la región centro sur podrán ver el destello nocturno siempre y cuando lo hagan en un sitio despoblado, donde esté despejado de las luces artificiales de la ciudad.