En el extremo noroeste del estado de Chihuahua, se encuentra la Reserva de la Biosfera Janos, reconocida como uno de los más notables tesoros naturales de México. Esta área se distingue por su excepcional belleza paisajística, de extensas planicies, suaves lomeríos y majestuosas montañas. Pero además, en sus vastos pastizales y bosques, alberga una rica diversidad biológica que incluye a los legendarios búfalos que antaño habitaron toda Norteamérica.
De acuerdo a información del Gobierno de México, la biosfera tiene una enorme extensión de 526,482 hectáreas, esta Área Natural Protegida resguarda una gran variedad de vida silvestre. En su territorio se encuentran más de 250 especies de plantas y más de 380 especies de vertebrados, generando un ecosistema vibrante y dinámico. Estas dimensiones y variedad la vuelven de suma importancia como reserva ecológica para el país y el continente.
La biosfera resguarda una gran variedad de flora, los valles se caracterizan por la presencia de pastizales cortos, típicos de las vastas praderas de Norteamérica. A lo largo de los arroyos, se desarrollan sicomoros, nogales y sauces, otorgando vida a este pintoresco paisaje.
Las especies animales que habitan Janos son muchas y de gran valor ecológico. Desde osos negros hasta perros llaneros, venados, berrendos, imponentes bisontes, borregos cimarrones, pecaríes, pumas, gatos monteses, mapaches, liebres, conejos, ardillas, águilas reales, gavilanes, halcones, chorlitos, gorriones, tecolotes, lechuzas, gansos, culebras, ranas y peces. Estas especies encuentran en esta región un refugio, dado que muchas de ellas se encuentran en peligro de extinción.
Entre estas maravillas, destaca el imponente búfalo o bisonte (Bison bison), considerado el animal terrestre más grande de América. Reconocible por su cabeza prominente, cuernos curvos y cortos dirigidos hacia arriba, y su abundante melena y pelaje que cubre su imponente cuerpo.
La Reserva de la Biosfera se encuentra a más de cuatro horas por carretera desde la ciudad de Chihuahua y a más de dos horas desde Ciudad Juárez. Si tienes dudas puedes consultar cómo llegar a Janos en este mapa:
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Esta magnífica especie fue prácticamente erradicada de su distribución original debido a la caza y la pérdida de hábitat en las regiones de Chihuahua y Coahuila. Sin embargo, a principios de la década de 1990 se descubrió una pequeña población silvestre que, en la actualidad, consta de 182 ejemplares. Esta es la única población en libertad en México y recae sobre nosotros la responsabilidad de protegerla y preservar su hábitat dentro de la extraordinaria reserva de Janos.
Los búfalos riqueza y responsabilidad de Chihuahua
El bisonte americano, también conocido como búfalo o cíbolo, ha vuelto a poblar las tierras del norte de México, trayendo consigo una emocionante oportunidad de presenciar su recuperación en la región. Pero también es un recordatorio del terrible impacto que puede tener la acción humana sobre el medioambiente, y de la responsabilidad que tenemos para la supervivencia de las especies.
Estos imponentes mamíferos pertenecientes a la familia de los bóvidos (Bovidae) solían habitar las extensas planicies de Norteamérica, desde el norte de México hasta el interior de Estados Unidos y Canadá. Sus grandes manadas se desplazaban desde el Gran Lago del Esclavo hasta el Desierto de Chihuahua, y desde el este de Oregón hasta los Apalaches. Aunque se les denomina "búfalos", derivado del uso de esta palabra en inglés, el término "bisonte" ha sido utilizado para referirse a esta especie desde 1774, mientras que "búfalo" data de 1635.
Los bisontes, que se caracterizan por su imponente pelaje de color marrón oscuro en invierno y más claro en verano, pueden alcanzar alturas de hasta 1,60 metros y longitudes de hasta 3 metros, con un peso que oscila entre 450 y 1350 kg. Tanto los machos como las hembras poseen pequeños cuernos curvos que utilizan para enfrentarse durante la temporada de apareamiento y como defensa.
La reintroducción del bisonte americano en las planicies del norte de México es un acontecimiento emocionante que nos invita a ser testigos de su recuperación como los reyes de las llanuras. Observar a estos impresionantes animales en su hábitat natural es una experiencia única que nos conecta con nuestra historia y patrimonio natural.