Aunque Estados Unidos es un país que se proyecta al mundo como un lugar de oportunidades, donde la gente goza de igualdad, prosperidad y justicia, Kensington, en Philadelphia, pone en tela de juicio esta imagen positiva del país norteamericano.
Cual mercado al aire libre, en Kensington Avenue, usuarios de drogas y vendedores se reúnen diario a plena luz del día y comercian descaradamente todo tipo de enervantes, a la vista de las autoridades.
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Un simple recorrido por esta avenida podría hacer pensar a cualquiera que se trata de una zona de guerra o una escena sacada de una película postapocalíptica, sin embargo, esta es la realidad a la que los habitantes de la ciudad tienen que hacer cara todos los días.
Se trata de uno de los mercados de drogas más grandes de Estados Unidos, conocido también como el “Walmart de la heroína”.
Las escenas se han hecho virales luego de un reportaje del The New York Times, en donde se muestra la otra cara de la moneda de los Estados Unidos; fábricas abandonadas, calles llenas de basura, casas de campaña en la banqueta y personas completamente intoxicadas; el distrito Kensington, en Philadelfia.
Aquí, los adictos van libremente fumando crack, usando metanfetaminas o inyectándose heroína sin que nadie les diga algo.
Aunque el reportaje del periódico salió en 2018, ha sido en recientes días cuando las imágenes volvieron a ser tendencia gracias al uso de las redes sociales.
La pandemia agravó el problema de las adicciones
Ni la pandemia ni las medidas sanitarias restrictivas lograron frenar las operaciones de los comerciantes de drogas en esta zona, pues sin más pudor, ofrecen su “mercancía” a todo aquel que se atreve a cruzar el distrito.
Caso contrario a los sectores legales, que se vieron afectados con la llegada del Covid-19, la ansiedad, depresión, y demás trastornos psicológicos y psiquiátricos emanados de la pandemia, agudizaron el uso de opioides en Estados Unidos.
Datos recabados por centros de control y prevención de enfermedades, arrojan que en los últimos veinte años, en un periodo de 2009 a 2019, en Estados Unidos han muerto medio millón de personas por sobredosis de estas sustancias o medicamentos de prescripción obtenidos ilegalmente.
Se trata de la tercera ola en la epidemia de las drogas en el país vecino, luego de que en la década de los 90, se prescribieran libremente recetas a base de opioides.
La segunda ola ocurrió a partir del 2010, y la tercera se ha venido viviendo desde el 2013, que ha significado un aumento de muertes por el uso de drogas sintéticas a base de fentanilo.
El director Alex Gibney, a través de su documental “El crimen del siglo”, apunta a la industria farmacéutica como responsable de esta epidemia de opioides en los Estados Unidos, y narra cómo ha transcurrido, desde sus inicios, en la década del 90.