Cuenta la leyenda que durante la conquista española, un soldado se enamoró de una mujer mexica, con quien terminó casándose y formando una familia durante su estancia en la entonces Nueva España, sin embargo, lo que parecía ser un sólido matrimonio, pronto se desmoronó, pues el hombre, al regresar a España, había abandonado a la mujer.
Lo anterior resultó desolador para la madre de familia, quien en un arranque de furia, desesperación y tristeza, a forma de venganza ahogó a sus hijos en un río, pero al verse golpeada por la realidad de sus actos entendió el error que había cometido. Sumida en sus emociones y la locura, pasó vagando el resto de sus días tratando de enmendar sus errores, buscando a sus hijos, convencida por tenerlos de nuevo durante la eternidad.
Un legado del terror en Juárez
Esa es una de las muchas leyendas populares que en México tenemos, una historia de magia, misterio y terror, de la cual diferentes regiones del país ofrecen una versión distinta y que, en el caso de Ciudad Juárez se ve entrelazada con las aguas del Río Bravo.
Algunos cuentan que cuando una neblina envuelve las orillas del río se puede escuchar un llanto desgarrador, que eriza la piel de todos aquellos que lo oyen. Se trata de La Llorona, una mujer condenada a penar en busca de sus hijos perdidos.
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Hay quienes dicen que se debe tener cuidado, pues entre más lejano sea su llanto más cerca se encuentra de ti, y por el contrario, entre más cercano se escuche, más lejos está.
A los niños pequeños se les sigue asustando por las noches para ir a dormir temprano, pues otros indican que La Llorona buscará en otros niños a sus propios hijos.
De orígenes más antiguos
También se habla sobre la posibilidad de que la leyenda de La Llorona no sea más que una adaptación de una de las diosas mexicas más importantes: Chihuacóatl, divinidad que era asociada a las mujeres embarazadas, a la vida y al agua.
Se piensa que durante la inquisición era esta misma quién podía ver venir la guerra, muerte y enfermedades que se aproximaban por la conquista, y al prever la catástrofe que se avecinaba también se divisaba al espíritu de la diosa vagar llorando por no poder ayudar a sus hijos y creyentes.
Piezas de la cultura mexicana
No se puede asegurar la veracidad de esta historia, sin embargo, es una leyenda que ha acompañado a millones de mexicanos generación tras generación y aunque hay quienes aseguran haberla visto deambulando por las calles envuelta en un vestido blanco, con el rostro apenas visible y sin poderle percibir sus pies, otros simplemente aseguran que es un relato para asustar a los niños o enseñarles a los jóvenes valores sobre la familia.
Lo cierto es que, sin importar el origen, esta misteriosa historia es una que perdurará por siglos y que seguirá asombrando y asustando no solo a los juarenses, sino a todos los millones de mexicanos que con miedo e incertidumbre se preguntarán en las noches de neblina ¿qué tan real es la historia?
Nota original de El Heraldo de Juárez
