El estado de Chihuahua es rico en cultura, mitos y leyendas, pero pocas han capturado la imaginación popular como los relatos de apariciones de novias fantasma. Estas historias, cargadas de tragedia y misterio, son narradas en diferentes rincones del estado, desde las calles de la capital hasta las solitarias carreteras.
A continuación te presentamos una de las leyendas menos conocidas, que trata de una novia que, tras sufrir un destino trágico, permaneció atrapada entre el mundo de los vivos y los muertos, esperando un amor que jamás regresó.
La novia de la Calle Trece
En la Ciudad de Chihuahua, se narra una historia que ha perdurado a lo largo del tiempo. Según los habitantes del centro de la capital, el espíritu errante de una joven sigue vagando por esas calles, buscando el amor que la muerte le arrebató prematuramente.
Según la leyenda, la joven vivió en una casa en la Calle 13, del centro histórico. Sus padres la habían prometido en matrimonio con un militar del que estaba profundamente enamorada. Para ese día tan especial, la muchacha viajó hasta El Paso, Texas, donde compró un vestido de novia majestuoso: crinolinas y velos vaporosos, adornos finos y una delicada elegancia que reflejaban el esplendor de la ceremonia que jamás se llevaría a cabo.
Antes de que pudieran contraer matrimonio, su prometido murió en circunstancias trágicas. Algunos dicen que fue en batalla, otros que en un pleito personal. Lo cierto es que esta pérdida fue un golpe devastador para la joven, quien, consumida por la tristeza, perdió la cordura.
El día en que se celebraría su boda, decidió ponerse su lujoso vestido y salió a deambular por las calles del Centro, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón destrozado. Caminaba sin rumbo, perdida en su dolor, y con el paso del tiempo, tanto su vestido como su apariencia comenzaron a deteriorarse. Lo que alguna vez fue un vestido impecable, se transformó en harapos desgastados, y su bello rostro acabó por parecerse al de un cadáver.
Hasta que una fría y lluviosa tarde de otoño, la joven fue vista por última vez, sentada sobre una piedra en un callejón, llorando desconsoladamente. Esa misma noche, falleció de hipotermia e inanición, pero, según el relato, su espíritu no encontró descanso.
Aún hoy, vecinos y transeúntes aseguran haber visto su espectro vagando por esas calles, vestida de novia y llorando la pérdida de su amado, con el velo apenas cubriendo su ahora esquelético rostro.
Pascualita: La Novia Eterna
Otra historia similar, que ocurre en el mismo Centro Histórico de Chihuahua es la de La Pascualita, la novia de Chihuahua, se mezcla el mito con la realidad. Aunque ya no se encuentra en el escaparate de La Popular, en el cruce de la calle Victoria y Ocampo, la historia del maniquí más famoso de México sigue viva.
La leyenda cuenta que Pascualita no era solo un maniquí, sino una mujer real embalsamada por su madre, Doña Pascuala, dueña de la tienda. La joven falleció trágicamente días antes de su boda, tras ser picada por un alacrán mientras se probaba su vestido nupcial. Devastada por el dolor, Doña Pascuala decidió preservar a su hija de manera perpetua.
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El cuerpo embalsamado de Pascualita fue colocado en el escaparate de la tienda, vestida de novia, y su imagen se convirtió en un ícono de la ciudad. Con el tiempo, surgieron rumores de que el maniquí se movía por sí mismo, e incluso se le atribuyeron milagros.
Hoy, la leyenda de Pascualita sigue siendo un enigma. Aunque ya no esté en La Popular, su historia se mantiene en el corazón de Chihuahua.