Es difícil saber cuántos padecimientos ha desencadenado o potenciado la pandemia de COVID-19 en estos casi tres años de lucha sanitaria contra ella, pero lo que sí sabemos es que su presencia contribuyó a cambiar nuestro estilo de vida para siempre.
De un momento a otro pasamos de realizar toda clase de actividades al aire libre sin tener mayor conciencia de ello, hasta vivir un brutal encierro en sus momentos más álgidos. Por fortuna, los efectos negativos del confinamiento han disminuido considerablemente conforme hemos aprendido a vivir con las restricciones impuestas por la OMS y los distintos gobiernos. Pero algunos de los trastornos que aparecieron durante este periodo, se han filtrado en nuestra cotidianidad de modo imperceptible, es el caso del uso inmoderado de múltiples pantallas con luz azul que afecta directamente nuestra visión.
Y es que con la necesidad de atender clases, trabajar a distancia o simplemente usar gadgets por distracción, la población mundial acrecentó de manera súbita el uso de dispositivos móviles, acelerando la fatiga ocular. ”En mi experiencia al atender cientos de pacientes al mes, he descubierto que la mayoría de las personas precipita su mala salud visual, debido a no lubricar sus ojos con regularidad, llevarse las manos sucias a la vista depositando infiltrados en zonas tan delicadas como como lagrimales o párpados, provocando desgaste e irritación.” señaló el oftalmólogo angelino David Aizuss, de la American Medical Association.
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El estrés y el aburrimiento juegan un papel importante
Según estudios de la Gaceta de la UNAM, la visión de las personas puede empeorar por muchos motivos, desde herencia familiar hasta experiencias traumáticas entre las que se encuentran: la frustración, el estrés y el aburrimiento. Resulta que en una encuesta realizada por el medio en 2021 a más de 300 participantes entre los 13 y 50 años de edad, fruncir el cejo, tallarse los ojos, reprimir las lágrimas y enfadarse a menudo contribuyen directamente a la calidad de nuestra mirada. “Es impresionante cómo nuestras emociones dominan el flujo de trabajo de nuestro cuerpo; el estrés no sólo puede quitarte el sueño, sino que también puede provocarte un infarto o perder la vista.” Afirma Matilde del Río, doctora en la clínica 21 del IMSS en Monterrey. La especialista subraya que debe de ser prioridad realizarse un chequeo visual por lo menos una vez al año y dos si se utiliza lentes esto con la finalidad de evitar mayores dioptrías
“La mayoría de los pacientes con glaucoma pudieron haber evitado esta situación límite si tan sólo hubieran usado anteojos, gafas solares, lubricante para ojos y no atravesar corrientes de aire abruptamente de un momento a otro”. prosigue, “Además cabe mencionar que hoy en día cada vez es más común que los pacientes menores de edad requieran apoyo visual, por sobre exposición a múltiples pantallas por tiempo prolongado y demasiada cercanía con el rostro.” enfatizó la especialista.
¿Hay solución?
La atención y prevención a este mal es la única forma de corregir un patrón de detrimento visual, afirma el doctor Jesús Jiménez Román, jefe del Servicio de Glaucoma en la Asociación para Evitar la Ceguera en México, IAP, y embajador de los laboratorios Grin, “Esta condición se ha convertido en una de las secuelas más importantes de la pandemia global que se vive actualmente, ya que el 90% de los usuarios de dispositivos móviles lo padece y no lo sabe”, añade, “Nuestros ojos nos avisan cuando ya no resiste más y comienzan a picarnos, para advertir que solicita descanso de la luz y humectación, para reponerse del desgaste diario”. concluye el médico.
Se considera que este síndrome es una condición que escala a nivel mundial afectando hasta al 20% de la población, pero que prevalece principalmente en mujeres. En México, 6 de cada 10 jóvenes se ven afectados por éste mal y, según expertos, el padecimiento va en aumento debido al uso ininterrumpido de computadoras y teléfonos móviles. Por lo que tener una rutina adecuada para la vista como es el uso de crema de ojos para refrescar el contorno de nuestra mirada, lubricante y pausas de luz azul, son los caminos a seguir para no perder la vista.
¿Si ya padezco esto qué hago?
Para quienes ya viven con este mal y necesitan aliviar los síntomas que presentan, la Dra. Alaina Castro, Gerente Médico de Laboratorios Grin, recomendó disminuir en la medida de lo posible, productos que aumentan la irritación ocular como el maquillaje, forzar la vista por no adaptarse lentes, bajar la intensidad de la luz de los dispositivos móviles; y contrarrestar el cansancio y/o de ojos secos mediante gimnasia ocular y lágrimas artificiales, para mitigar las molestias.