Si viniste a Parral y no te tomaste un delicioso licuado del Mercado Hidalgo haz de cuenta que no viniste… Este emblemático lugar es toda una tradición en nuestra ciudad que data desde 1963 y estaba ubicado frente al templo de San José.
El Mercado Hidalgo original tenía cuatro áreas diferentes: expendios de frutas y comestibles, venta de carnes, sección de ropa y calzado, así como un área de fondas y restaurantes; sin embargo, debido a la proliferación de supermercados y diversos establecimientos especializados, como las cadenas internacionales que pronto llegaron a Parral, el Mercado dejó de ser el principal establecimiento para adquirir artículos de primera necesidad.
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Durante mucho tiempo el inmueble fue frecuentado por clientes y familias en busca de alimentos o productos típicos. De modo que hasta sus últimos días, una tradición muy popular entre los parralenses era acudir los fines de semana por un tradicional licuado de frutas, sobre todo durante el desayuno ¿alguna vez los probaste?
Un choco milk con una dona con Don Chú Díaz y su esposa Lety
Por aquellos tiempos, religiosamente los domingos las familias parralenses acostumbraban, después de acudir a misa, pasar a desayunar o a comer, según era el caso al Mercado Hidalgo, ya fuera a disfrutar de un delicioso “choco milk” en una enorme copa de cristal, un licuado de fresa o plátano con una dona azucarada o un pedazo de pastel de chocolate, o pasar y comer una “comida corrida” en alguna de sus fondas o restaurantes, para luego recorrer sus pasillos donde se podía encontrar lo inimaginable, desde hierbas milagrosas, ropa para toda la familia, sombreros, botas, huaraches, piñatas, dulces típicos, ollas y jarros de barro.
El mejor centro de compras
Ahí también podías encontrar coloridas faldas y blusas de manta bordada a mano y vistosos collares y anillos con gigantescas piedras de bisutería, pulseras hechas con la llamada “chaquira” y una cantidad de rebozos multicolores que eran la admiración de las abuelitas.
Era el lugar indicado si deseabas comprar tus frutas y verduras para la semana y llevarte “el cocido con tuétano” para la comida del lunes; el olor a guayaba se mezclaba con el de las calabazas de castilla, pasando por las naranjas, las toronjas y los limones.
Tradición, historia y recuerdos
El mejor sitio para encontrar pomadas y remedios para todo tipo de enfermedades, desde aceite de ricino para el dolor de panza hasta piedras “de alumbre” para quitar “el espanto” a los niños.
Llegar a ver los juguetes era el deleite de los más pequeños, lo mismo encontrabas "estufitas" de leña, trocas hechas de madera, baleros, cuerdas para brincar, trompos, enormes bolsas con canicas y hermosas muñecas de trapo.
El edificio que pasó a la historia
Con el paso del tiempo el edificio comenzó a volverse un "sitio obsoleto", según la opinión de algunos, de modo que el día 01 de marzo de 2014 el lugar fue demolido para dar paso a la construcción de la plaza de la Identidad. Por lo que los locatarios debieron ser reubicados a unas nuevas instalaciones.
Tras la demolición, el Mercado Hidalgo fue reabierto en la calle Pablo Ochoa Méndez y al pasar del tiempo logró convertirse en un nuevo punto de reunión para las familias parralenses.
El Mercado Hidalgo es una parada obligatoria para quienes llegan a la ciudad en plan de turistear y conocer la historia de Parral, no pueden irse sin llevarse un "recuerdito" hecho por manos artesanas o bien disfrutar de un sabroso desayuno, o una rica agua de frutas naturales.
Nota original de El Sol de Parral