La grasa acumulada en la estufa puede ser un desafío persistente, especialmente si se deja acumular con el tiempo. Sin embargo, no es necesario recurrir a productos químicos agresivos. Existen métodos caseros efectivos, económicos y respetuosos con el medio ambiente que aprovechan ingredientes comunes en el hogar.
La limpieza frecuente de la estufa no solo mejora su apariencia, sino que también ayuda a prevenir malos olores y reduce el riesgo de incendios por acumulación de grasa. Además, mantenerla limpia favorece un entorno más higiénico y seguro para cocinar.
¡El poder del bicarbonato!
El bicarbonato de sodio es uno de los mejores aliados para eliminar grasa. Para utilizarlo, mezcla tres cucharadas con un poco de agua hasta formar una pasta, luego aplica la mezcla en las zonas grasas y déjala actuar durante 15-20 minutos, después frota con una esponja suave y retira los restos con un paño húmedo.
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Asimismo, el vinagre blanco tiene propiedades ácidas que lo convierten en un excelente limpiador. Llena un rociador con partes iguales de vinagre blanco y agua, rocía sobre las áreas con grasa y deja actuar unos minutos y limpia con una esponja o paño. Este método es especialmente útil para desengrasar quemadores y superficies de acero inoxidable.
El limón es conocido por su capacidad desinfectante y desengrasante. Corta un limón por la mitad y frota la grasa directamente, ejerciendo una ligera presión. Este método no solo limpia, sino que también deja un aroma fresco.
Otro método es el jabón diluido en agua caliente es ideal para grasa reciente o ligera. Llena un recipiente con agua caliente y añade unas gotas de detergente para trastes, sumerge una esponja en la solución, limpia la superficie y aclara con un paño húmedo. Este método es rápido y fácil.
Una combinación efectiva
Para esquinas o zonas muy adheridas, utiliza una mezcla de bicarbonato y vinagre. Aplica el bicarbonato, luego rocía con vinagre y observa cómo la reacción efervescente ayuda a descomponer la grasa. Usa un cepillo de dientes viejo para alcanzar lugares complicados.
Cubrir los quemadores con papel aluminio o protectores reutilizables es una excelente forma de prevenir acumulaciones de grasa. Además, limpiar los derrames inmediatamente después de cocinar reduce el esfuerzo necesario en futuras limpiezas.
El mejor método casero dependerá de la gravedad de la grasa acumulada y de los ingredientes disponibles. Sin embargo, combinando productos como bicarbonato, vinagre, limón y jabón lavavajillas, es posible mantener la estufa impecable con poco esfuerzo. Estos métodos no solo son efectivos, sino también amigables con el medio ambiente y seguros para el hogar. ¿Y tú, cuál método utilizas?
Publicado en: El Sol de Parral