¡Aunque usted no lo crea!, una mujer encuentra un busto romano de 2 mil años de antigüedad en una tienda de Texas, esta escultura había estado desaparecida en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.
Laura Young, una persona que se dedica a coleccionar antigüedades, logró encontrar esa escultura de 50 libras (22.6796) a base de mármol blanco, con aspecto limpio, se lo encontró en 2018, en un Goodwill, situado en Austin, Texas, Estados Unidos.
SOLO COSTABA 34 DÓLARES
Lo más impresionante es que estaba ofertado al mercado por solo 34.99 dólares (709.49 pesos en México), por lo que rápidamente Laura lo tomó y se lo llevó a casa.
Con el fin de obtener ganancias con esta escultura, Laura Young se puso en contacto con una casa de subastas localizada en Londres, donde se descubrió su origen.
ORIGINALMENTE EL BUSTO SE ENCONTRABA EN UN MUSEO
Se trata del busto del retrato de un popular general romano, llamado
, información proporcionada por Matt Largey de KUT.
El último paradero conocido de esta escultura se trata de un museo construido por el rey alemán Luis el Primero, llamado Pompejanum, construido en la ciudad de Alemania de Aschaffenburg en la década de 1840, museo que fue alcanzado por las bombas de la Segunda Guerra Mundial.
Debido a este acontecimiento, la profesora de historia del arte en UT, Austin, explicó a KUT que muchos objetos fueron dañados, destruidos o saqueados, por lo que este busto probablemente fue sacado de esta manera del inmueble.
Por lo que esta pieza había sido considerada como perdida o destruida, hasta que Laura lo encontró en Austin, Texas, y ella sabía perfectamente que no podía quedársela, por lo que contrató a un abogado de Nueva York para poder regresárselo a Alemania correctamente.
Al final, se dio el veredicto de que las autoridades de Alemania recuperen el busto, pero primero permanecerá durante un año en una exposición en el Museo de Arte de San Antonio, junto con la colección romana de antigüedades.
Laura mantuvo el busto en su casa debido a que las negociaciones tardaron varios años, "Era atractivo, tenía frío, estaba distante", explicó la mujer a KUT, pero no perdió el tiempo, pues hizo una réplica impresa en 3D de medio tamaño para quedársela, explicando, “tengo una colección de bustos en casa. Así que está con mis otras cabezas”.
Publicado originalmente en El Sol de Tampico