La región que comprende al municipio de Jiménez y el Bolsón de Mapimí es conocida por haber sido el hogar de la ya desaparecida tribu de los indígenas tobosos, pueblo nómada relacionado con los tepehuanes y uno de los sitios arqueológicos cerca de la mancha urbana donde aún es posible observar sus vestigios es en Peñoles.
Sobre una altitud de mil 604 metros sobre el nivel del mar se alza imponente el complejo de Peñoles, una serie de cuevas y pasadizos subterráneos formados en roca ígnea volcánica cerca del municipio de Coronado. Es en este sitio donde se encuentran los últimos rastros de los tobosos antes de ser expulsados por la llegada de los europeos.
Es de destacar que este grupo tuvo gran presencia en la región sur del estado de Chihuahua, desde los municipios de Jiménez, Villa López, Valle de Allende, Hidalgo del Parral y Villa Coronado, siendo en ésta última localidad donde se asentó su aldea más grande de la que se tenga registro.
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¿Cómo se llega a las cuevas de Peñoles?
Para llegar hasta el recinto arqueológico de Peñoles es necesario viajar desde ciudad Jiménez, ya que se ubica en el extremo oriental del estado de Chihuahua, dentro de la región natural conocida como el Bolsón de Mapimí.
Si iniciamos nuestro viaje desde la capital del estado, habremos de partir desde Santa Eulalia. Tomaremos la carretera que conduce hacia Delicias y luego a Camargo, para finalmente llegar a ciudad Jiménez.
Una vez llegados a la también llamada “Vieja Huejoquilla”, tomamos la carretera López-Villa Coronado, en desviación a la comunidad de Iturralde, para después tomar una brecha que conduce hasta los cerros conocidos como Peñoles.
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Sin embargo, si partimos desde Hidalgo del Parral, llegaremos tomando únicamente la carretera Parral-Jiménez y de ahí, siguiendo la ruta descrita anteriormente.
¿Qué hay para ver en Peñoles?
Actualmente Peñoles es considerado como el sitio arqueológico más grande del municipio de Villa Coronado. El lugar debe su nombre a sus enormes peñascos de origen volcánico que, al carecer de vegetación, quedan expuestos a la intemperie y forman todo tipo de figuras, pasadizos, laberintos, cuevas y refugios naturales, por lo que fueron el hogar ideal de los antiguos pobladores indígenas.
En el importante yacimiento se han encontrado más de 21 construcciones de adobe y piedra realizadas por la tribu de los tobosos para su protección y estancia en el sitio. Así mismo, en las paredes de las rocas fueron plasmadas más de 14 pinturas rupestres con representaciones de figuras humanas, animales y formas abstractas.
De acuerdo al arqueólogo chihuahuense, Arturo Guevara Sánchez, el asentamiento de Peñoles estuvo poblado por los indígenas tobosos durante la ocupación virreinal, se trataba de una tribu de nómanas cazadores y recolectores que practicaban la agricultura rudimentaria.
Entre las representaciones pictóricas plasmadas por este grupo étnico destacan las figuras de jinetes a caballo, así como sacerdotes y cruces católicas, donde los indígenas trataron de representar sus primeras interacciones con los exploradores europeos.
Publicada originalmente en El Sol de Parral
