La Zona del Silencio, ubicada en el desierto del Bolsón de Mapimí, abarca partes de los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango. Este misterioso lugar ha sido fuente de mitos y leyendas durante décadas, conocido por sus anomalías magnéticas, su flora y fauna únicas, y fenómenos inexplicables que atraen tanto a científicos como a curiosos. Pero ahora, un reciente hallazgo ha generado aún más especulación.
Recientemente, Erick Zepeda, un usuario de Facebook, compartió videos y fotografías sorprendentes de su visita a la Zona del Silencio. Durante su recorrido por el semidesierto, Zepeda descubrió tres enormes pozos en el suelo, de gran profundidad y con características que han despertado el interés y la curiosidad de miles de internautas.
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El avistamiento de estos pozos ha generado una oleada de teorías. Desde posibles impactos de meteoritos hasta el colapso de cenotes secos o formaciones geológicas naturales, las especulaciones no han parado. Lo cierto es que, hasta el momento, nadie ha logrado explicar con certeza el origen de estas formaciones. Los habitantes locales afirman que en la zona existen tres pozos, uno de ellos conocido como cenote "El Hundido", siendo uno de los que Zepeda logró captar con su cámara.
Tlahualilo, lugar donde se hizo el descubrimiento
Tlahualilo, uno de los municipios de la entidad duranguense, cuenta con paisajes impresionantes que parecen sacados de películas. Su principal atracción turística es, precisamente, la Zona del Silencio, ubicada en la parte norte de la cabecera municipal. Es en esta región donde se encuentra el misterioso pozo gigante que ahora llama la atención de propios y extraños. Los residentes afirman que estos pozos han existido desde tiempos inmemoriales, y han sido objeto de muchas leyendas locales.
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Hay quienes creen que estos pozos son una nueva manifestación de las extrañas anomalías que han caracterizado a la Zona del Silencio desde su descubrimiento en los años 60. Recordemos que este lugar es famoso por la distorsión de las ondas de radiofrecuencia y por ser un punto de impacto de meteoritos. ¿Podría ser que estos hoyos estén relacionados con la misteriosa actividad magnética de la zona?
Ante el misterio que rodea a estos pozos, las autoridades y expertos en la región han emitido un llamado a la precaución. Se recomienda encarecidamente que no se intente buscar estos pozos o acercarse a la Zona del Silencio sin la compañía de guías expertos y sin equipo adecuado. Las condiciones del terreno, junto con la falta de señal de radio y GPS, hacen que cualquier incursión en la zona sea potencialmente peligrosa.
¿Qué son estas formaciones en el desierto?
A pesar de todas las teorías, la pregunta sigue en el aire: ¿qué son estos enormes pozos? Los expertos están evaluando diversas posibilidades, desde fenómenos naturales hasta intervenciones humanas. La falta de estudios científicos concluyentes sobre la formación de estos pozos solo ha incrementado el enigma, manteniendo a todos a la expectativa.
Una de las hipótesis más discutidas es la de los cenotes secos o ríos subterráneos. Algunos internautas señalan que Tlahualilo formó parte del antiguo mar de Tetis, lo que sugiere que estos pozos podrían estar relacionados con antiguas formaciones acuáticas, similares a los cenotes. Además, en esta región se ubicaban las últimas lagunas del Río Nazas, lo que podría explicar la existencia de estos pozos profundos.
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El enigmático cenote El Hundido
El cenote "El Hundido", ubicado en el municipio de Jiménez, Chihuahua, es una formación natural similar a las descritas en Tlahualilo. Se trata de un cenote seco, es decir, su cúpula colapsó hace siglos, dejando expuesto un cráter que esconde un río subterráneo. Este fenómeno geológico es particularmente interesante debido a su ubicación en un área desértica, lo que lo convierte en una rareza y un atractivo natural. Aunque el acceso al cenote es complicado, quienes han logrado visitarlo describen la experiencia como impresionante, destacando las paredes escarpadas del cráter y la sensación de estar en un lugar fuera de este mundo.
La Zona del Silencio ha sido durante mucho tiempo un lugar rodeado de mitos. Desde su denominación en 1966 por el ingeniero Harry de la Peña, esta región ha sido objeto de especulación y asombro. ¿Podrían estos pozos ser simplemente una nueva adición a las leyendas que ya rodean este lugar? O quizás, son una manifestación de fenómenos geológicos que aún no comprendemos completamente.
La comunidad científica se enfrenta a un nuevo misterio en la Zona del Silencio. A medida que las investigaciones continúan, es probable que se descubran más detalles sobre la naturaleza de estos pozos. Por ahora, la recomendación es clara: la prudencia es clave, y cualquier exploración de la zona debe realizarse con la mayor cautela.
Este nuevo descubrimiento podría ser una oportunidad para que la comunidad científica ponga más atención en la Zona del Silencio. Con su rica historia de fenómenos inexplicables, este lugar sigue siendo un desafío para la ciencia, y estos pozos podrían ser el próximo gran enigma a resolver. ¿Qué nuevos secretos revelará este misterioso lugar en el futuro? Solo el tiempo lo dirá.
Publicada originalmente en El Sol de Parral