Distintas civilizaciones utilizaron el adobe para construir sus viviendas y otros edificios, como es el caso de la Mezquita Djinguerebe. Actualmente aún se conservan casas construidas con este material en nuestro país.
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Las casas construidas de adobe no solo son más sostenibles que las de otros materiales, sino que, además, son más frescas, pero ¿Por qué lo son?
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¿Qué es el adobe?
El adobe es un tipo de ladrillo que se fabrica principalmente de arena y arcilla. Se le agrega agua para que se forme una mezcla moldeable a la que se le puede añadir un material fibroso, como lo es la paja, ramas e incluso estiércol para que tenga más adherencia.
Para construir los bloques de adobe, la tierra debe ser seleccionada de manera cuidadosa, ya que, si es muy arenosa, los bloques se partirán fácilmente y si está muy húmeda, no permitirá su correcto moldaje.
El adobe fue de los materiales más utilizados en el pasado por su fácil manejo y accesibilidad. En nuestro país aún se conservan casas construidas con estos bloques, ya que es un material muy duradero ante las condiciones climatológicas.
Las construcciones de adobe eran muy populares en regiones áridas y semiáridas. Además, se considera que el proceso de construcción y las casas resultantes son sostenibles ya que los materiales usados son localmente abundantes y se pueden crear edificios muy eficientes desde el punto de vista energético.
Por qué son frescas las casas de adobe
Los bloques de adobe son termorreguladores, ya que absorben el calor, pero también lo sueltan cuando es necesario. Gracias a los materiales de los que están hechos, estos bloques mitigan la temperatura externa. Es por esto que, en tiempo de calor, estar dentro de una casa de adobe es garantía de un lugar fresco.
Por su composición, las paredes de adobe tienen gran cantidad de masa térmica (capacidad del material de absorber y guardar el calor), por lo que absorben el calor durante el día y mantienen la casa fresca mientras está el sol y lo libera lentamente durante la noche. El proceso hace que las casas consuman menos energía en temperaturas cálidas y secas.
Las paredes de adobe se pueden manejar en un ancho mucho más reducido, ya que con 25 cm de grosor es suficiente para que atrape el calor y lo libere al interior de la construcción en la noche.
Otro factor que ayuda a que las casas de adobe sean más frescas es por su baja conducción térmica. La conducción térmica es la propiedad de los materiales que mide su capacidad de conducir el calor. Cuanto mayor sea la conductividad térmica de un material, mejor conductor del calor resultará, y cuanto menor sea, el material será más aislante.
Según una investigación desarrollada por técnicos del Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE), el adobe alcanza una conductividad térmica promedio de alrededor de 0,22 W/m*k (vatio sobre metro kelvin), mientras que la del ladrillo es de 1,31 W / m*K.
Esto significa que el adobe es un material aislante del calor, lo que beneficia a que las casas mantengan una temperatura fresca.