¿Sabías que a los animales cuadrúpedos de color oscuro y con una mancha blanca en la frente se les llama "luceros"? Como si dicha mancha asemejara una luz de esperanza que guía a todos los que le siguen. Hoy el caballo Lucero es un ejemplo de esperanza, apoyo y amor por los animales.
Hace unos días, un caballo, ahora llamado Lucero, vivió una experiencia que estuvo a punto de costarle la vida en la carretera Parral-Jiménez. Este noble animal fue atropellado por un vehículo, quedando gravemente herido cerca de las instalaciones de Coanzamex. Lo que siguió fue una historia de abandono por parte de su dueño, pero también de solidaridad y rescate, gracias a la intervención de los amantes de los animales.
Herido y abandonado: lo dejaron a su suerte para su muerte
El rescate de Lucero comenzó cuando la asociación "Recuperando Amor" recibió el reporte del caballo herido. Al llegar al lugar, se encontraron con una situación desgarradora: Lucero estaba en muy mal estado, y su propietario, en lugar de preocuparse por él, decidió abandonarlo. La asociación, sin dudarlo, tomó cartas en el asunto y lanzó un llamado urgente a la comunidad a través de sus redes sociales, solicitando ayuda para trasladar al animal a un lugar seguro.
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La respuesta de la comunidad no se hizo esperar. Personas de buen corazón ofrecieron su apoyo, logrando así el transporte de Lucero al Centro de Bienestar Animal "Proteo", donde se le brindaría la atención médica que tanto necesitaba. Este gesto de solidaridad permitió que el caballo fuera sometido a una cirugía que resultó crucial para salvar su vida.
Una exitosa cirugía
El equipo de veterinarios, encabezado por los doctores Edgar Loya y Diana Corona, realizó una intervención quirúrgica para tratar las heridas de Lucero, las cuales se encontraban en una de sus extremidades traseras y que dejaban su carne al rojo vivo. La operación fue un éxito, y, para sorpresa de todos, el caballo comenzó a mostrar signos de recuperación casi de inmediato. Lucero, quien había sufrido una lesión grave en una de sus patas, demostró una gran fortaleza y ganas de vivir.
Pero la historia de Lucero no termina con su recuperación física. La asociación "Recuperando Amor" ha sido clara en su postura: no entregarán al caballo hasta asegurarse de que esté en manos responsables. Actualmente, se está llevando a cabo un proceso legal para determinar la propiedad del animal y garantizar que, si es devuelto, su dueño asuma los costos médicos y ofrezca un hogar adecuado y seguro para él.
La historia de Lucero ha conmovido a muchas personas, quienes han seguido de cerca su evolución a través de las actualizaciones que la asociación ha compartido en redes sociales. La comunidad ha mostrado su apoyo de diversas maneras, desde donaciones hasta mensajes de ánimo, lo que refleja el impacto positivo que la historia de Lucero ha tenido en todos los que la han conocido.
El rescate de Lucero es un claro ejemplo de cómo la colaboración y el amor por los animales pueden marcar una diferencia. Este caballo, que pudo estar al borde de la muerte, ahora tiene una nueva oportunidad de vivir gracias a la intervención de "Recuperando Amor" y al apoyo desinteresado de muchas personas. Su historia nos recuerda la importancia de la responsabilidad en el cuidado de los animales y el poder que tiene una comunidad unida para hacer el bien.
Lucero sigue en proceso de recuperación, y aunque aún queda camino por recorrer, lo más difícil ya ha pasado. Su historia es una prueba de que, con un poco de ayuda y mucha determinación, se pueden superar las adversidades más grandes. La esperanza es que, muy pronto, Lucero pueda disfrutar de una vida tranquila y feliz, lejos del dolor y el abandono que una vez amenazaron con arrebatarle todo.
Nota original de El Sol de Parral
