Una de las características que mantiene Parral desde sus inicios y que le han dado renombre hasta la fecha, son sin duda sus eventos sociales, como los tradicionales bailes, primero con las grandes bandas de los años 40 hasta pasar por los grupos musicales y nacionales de la actualidad.
Por ello, entre sus singularidades está la gran gama de salones de baile que tuvo. Desde los exclusivos como el famoso The Parral Foreing Club con 122 años de existencia -que después sería El Casino de Parral-, y pasando como el desaparecido Club Blanco y Negro, Los Candiles, Club Femenil Deportivo y Los Electricistas, entre otros.
De entre estos salones mencionados destaca uno que, por su gran popularidad desde su fundación el 5 de junio de 1945 (un año después de la trágica inundación que sufrió Parral), se trata del reconocido Club Río de Janeiro ubicado en la calle Colegio, el cual, por diversos testimonios ahora sabemos que su antecedente nace en el Club Blanco y Negro, que se ubicaba en lo que hoy es la calle Ángel Trías.
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Su historia de casi 80 años
No se pueden entender los fines de semana en Parral durante décadas sin los tradicionales eventos del Club Río de Janeiro: bodas, bautizos, quinceañeras y hasta eventos políticos. Pero lo que más ha sobresalido por generaciones son sus “tardeadas” todos los domingos del año. Algunos ubican también a “El Janeiro” como el Club Social Recreativo Deportivo en sus inicios.
Son cerca de 79 años de historia los que han dado fama y renombre al tradicional “Janeiro”. Cuántas "tardeadas" han pasado entre el humo del cigarro y el característico olor a licor que aún pareciera que se respira entre los transeúntes que cruzan la calle… Eran, aquellos, tiempos de diversión entre el ambiente y el recuerdo cuando degustaban los amigos que acudían a los diversos eventos sociales.
Los tiempos cambian y las generaciones también. Ya no hay bailes como aquellos; incluso las famosas "tardeadas" dominicales no existen más. La calle Colegio, donde se ubica el edificio actual, luce solitaria; sólo los parroquianos que pasean y los autos que cruzan. Su fachada está en franco deterioro. Cede al tiempo inexorable mientras sus puertas están cerradas.
Desde bodas, “tardeadas”... y sus riñas
Desde los bailes con artistas locales, como Lauro Medina, hasta aquellas presentaciones estelares de la Orquesta de la Provincia de “Beto Díaz” hasta llegar a los años 80 cuando visitaron Parral por única ocasión los famosos Buckys, liderados por la reconocida voz de Marco Antonio Solís, quienes se presentaron un domingo del año 1984 en la pista de este emblemático salón.
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Otros más se reunían en la peculiar “planta alta”, recuerdan incluso a Los Ángeles Negros y su famoso vocalista Gemaín de la Fuente; a Los Griegos, entre muchos grupos que no volverán jamás. Otra característica de “El Janeiro” eran sus meseros que trabajaron por décadas, muy conocidos entre la concurrencia.
Así, los recuerdos de las juventudes pasadas rememoran las anécdotas que les tocó vivir; muchos recuerdan que ahí se casaron; otros quizá conocieron a la que hoy es su esposa… y muchos más platican del pleito que provocaron entre la muchedumbre asistente en aquella “tardeada”, fueron los responsables de lo que en ese tiempo se conocía como “parar el baile”.
El edificio actualmente
Hoy, del Club Río de Janeiro sólo queda el recuerdo de la concurrida calle Colegio, de los asistentes que no lograban entrar y que se arremolinaban en la banqueta de enfrente del salón viendo deambular a las familias en su paseo dominical.
Al observar el edificio en la actualidad se puede apreciar a simple vista que le urge una “manita de gato” antes que el tiempo haga su trabajo y lo termine por deteriorar. En su parte inferior están las oficinas, incluso las históricas mesas para jugar boliche donde por décadas se realizaban torneos con varios equipos, y obviamente, la pista de baile, donde ya no suenan los grupos musicales para amenizar el baile a donde acudían muchos de los que hoy pintan canas y tienen historias para contar a sus nietos.
Publicada originalmente en El Sol de Parral